Meteogalicia anuncia que a partir del domingo la comunidad queda bajo la influencia de los vientos del sudoeste. Esto significa que ese viento y las corrientes oceánicas seguirán empujando hacia el interior de las Rías Baixas el fitoplancton portador de biotoxinas marinas que se acumula sobre la plataforma continental y provoca la popularmente conocida como "marea roja".
Dicho de otro modo, que el afloramiento de primavera que este año llega con más de un mes de adelanto, a causa de las condiciones meteorológicas actuales, se verá notablemente acentuado.
Polígonos cerrados
Y esto significa, igualmente, que los siete polígonos bateeiros cerrados entre el martes y ayer en las rías de Pontevedra y Vigo no serán los únicos en los que se prohiba la extracción del "oro negro" de batea a causa de las toxinas lipofílicas.
Muy por el contrario, todo indica que a los cierres del Cangas D, en la ría de Vigo, y de los Portonovo B, Portonovo C, Portonovo A, Bueu 2, Bueu A1 y Bueu B, todos ellos en la ría de Pontevedra, se sumarán otros muchos durante los próximos días y, desde luego, a partir de la llegada de los vientos de componente sudoeste.
Se esperan cierres generalizados
Será así hasta el extremo de que tales prohibiciones llegarán a ser generalizadas durante lo que resta de mes y en la inminente primavera.
Así lo confirma también Covadonga Salgado, la directora del Instituto Tecnológico para el Control del Medio Marino (Intecmar). "Efectivamente, como avanzó FARO, se trata de un episodio fuerte y muy poco habitual en esta época del año que irá a más y podría prolongarse en el tiempo", declaró desde el laboratorio sito en Vilagarcía.
Un proceso natural y bienvenido
En cualquier caso, este nuevo episodio obedece a un proceso totalmente natural que no significa más que la llegada de nutrientes a las rías. O lo que es lo mismo, un aporte vital de alimento para todo tipo de moluscos bivalvos, aunque en este peculiar menú se incorporen las células tóxicas que, temporalmente, obligan a prohibir la extracción de mejillón en los viveros flotantes.
Hay que tener en cuenta, también, que la actual es una época del año floja en lo que a ventas de este molusco se refiere, de ahí que las pérdidas que pueda experimentar el sector sean mínimas o inexistentes.
Muy por el contrario, con los cierres de polígonos incluso se genera una especie de veda que deja descansar al producto aún en crecimiento y concede un paréntesis que los productores pueden aprovechar para completar la campaña de recolección de cría en el litoral, reabasteciendo así sus bateas y afrontando el encordado de esa mejilla que se convertirá en producto comercial en la siguiente campaña.