La Atención Primaria no solo será fundamental en la etapa de desescalada, sino que lo lleva siendo desde el inicio de la crisis del coronavirus. Los profesionales de los centros de salud se han volcado con sus pacientes para hacerles un seguimiento lo más exhaustivo posible ya sea de forma telefónica, medio más habitual por el que en la actualidad se atienden las citas, o saliendo a los propios domicilios. Estos desplazamientos se han disparado en las últimas semanas. El objetivo es evitar que los pacientes acudan a los ambulatorios y se expongan a posibles contagios.
Lo más habitual en estas salidas es la atención de enfermos crónicos de más de noventa años para hacerles un seguimiento pormenorizado y evitar un descontrol de patologías como la diabetes. Tal y como explica el médico de familia del centro de salud de Navia, Gonzalo López Vilar, muchos de ellos presentan un cuadro de demencia, alguna dolencia cardíaca o problemas de hipertensión, y es necesario ajustarles la medicación.
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"Pero también estamos desplazándonos para atender a muchas personas que tienen síntomas que hacen sospechar de coronavirus: tos, bronquitis, secreciones, diferentes problemas respiratorios... En estos casos, siempre vamos con todos los elementos de protección y seguimos todos los protocolos de prevención", apunta este facultativo de Atención Primaria.
Para las salidas a los domicilios utiliza su propio vehículo particular, donde siempre lleva una solución de lejía y agua para desinfectar el coche tras cada desplazamiento. "Cuando vamos a una casa no sabemos lo que nos podemos encontrar. No sabemos si las personas que viven allí han estado expuestas al virusPor eso limpio a fondo mi coche porque además también lo utiliza mi familia y no me puedo arriesgar", explica.
Llamadas a los centros de salud
Los enfermos también pueden llamar a los centros de salud para solicitar la presencia del médico de familia en sus casas. Hace unos días, Alberto García Pazos, doctor en el centro sanitario de pintor Colmeiro, recibió una llamada de la hija de uno de sus pacientes. Sospechó que se podría tratar de un ictus, por lo que activó de forma inmediata el protocolo para esta enfermedad.
"Ahora cada semana estoy saliendo unas dos o tres veces a domicilios. Prefiero ir yo a que venga el paciente al centro de salud, especialmente aquellos que son de alto riesgo", apunta Susana Aldecoa, facultativa en el ambulatorio de Rosalía de Castro.
El personal de enfermería de Atención Primaria también ha visto cómo se disparaban sus salidas a los domicilios. Están saliendo más que los médicos. Especialmente, para atender a pacientes que necesitan algún tipo de cura. "Mientras, los datos de la pandemia siguen dejando en Vigo tanto buenas como malas noticias. En las últimas 48 horas hubo que lamentar un nuevo fallecimiento en el área sanitaria de Vigo por Covid, una mujer de 90 años. La cifra total de víctimas mortales (129), una más desde el pasado martes. La mala noticia es que el área sanitaria ha vivido un pequeño repunte en el número de infectados, pasando de 808 a 847 en solo un día, superando a A Coruña como el área con el mayor número de contagiados tras el cambio de criterio del Sergas a la hora de ofrecer los datos. De esos 847 casos positivos, 53 están ingresados en los hospitales de la ciudad, trece menos que el día anterior. También se sigue reduciendo la presión en las UCI, donde ya solo hay once pacientes con Covid-19.
Por otro lado, la Asociación de Familiares de Usuarios de Residencias informaba ayer de la muerte de una mujer de 93 años trasladada del geriátrico DomusVi de Barreiro a la Residencia de Tiempo Libre de Patos. Un portavoz de la Consellería de Sanidade aseguró ayer por la tarde no tener constancia de este fallecimiento.
