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Un ¿pique? entre hermanos a 113 km/h

La reconstrucción policial de un siniestro múltiple en A Florida arroja que los dos jóvenes que lo causaron aceleraron su BMW y su Golf desde una rotonda hasta duplicar la velocidad permitida

Un grave accidente de circulación en el que la sospecha de un pique entre hermanos ha estado latente desde el principio. Se trata de un siniestro ocurrido la madrugada del 20 de julio de 2019 en la avenida de la Florida de Vigo, en el que se vieron implicados hasta seis vehículos y que se saldó con cuatro heridos, entre ellos una mujer de 38 años que sufrió las lesiones más graves. Dos hermanos de 33 y 28 años que pilotaban un BMW 330D y un Volkswagen Golf respectivamente permanecen en calidad de investigados en las diligencias abiertas por el Juzgado de Instrucción 4 de Vigo. La causa acaba de recibir una pericial clave, un informe técnico de reconstrucción del accidente elaborado por la Policía Local y que evidencia que esos dos turismos superaban, y mucho, el máximo de 50 km/h permitido en la vía: el BMW, que acabó impactando de forma frontal contra un Opel Mokka que iba correctamente, alcanzó al menos los 113 km/h. Y el Golf de su hermano, en torno a los 93 km/h.

Sucedió a las 00.19 horas del 20 de julio de 2019 en la avenida de la Florida, en pleno casco urbano. El atestado inicial y el informe de reconstrucción posterior entregado recientemente al magistrado perfilan como se desencandenó un siniestro en el que la lupa judicial se ha posado sobre dos hermanos que, aquella noche, iban a los mandos cada uno de sus respectivos coches. Los dos circulaban desde praza América en dirección a carretera de Camposancos. Y tras abandonar una rotonda y tomar una recta, los vehículos siguieron su trayectoria acelerando. El BMW iba por el carril derecho y el Golf lo hacía por el izquierdo de los dos existentes en ese sentido.

El accidente empezó a gestarse en ese instante. En un momento dado, el Golf se encontró en su trayectoria con un Renault Clio conducido por una joven que acababa de salir de trabajar y se dirigía a su casa. La chica iba bien, a unos 50 km/h, y, al toparse con ella, el piloto decidió rebasarla por la derecha. Por el mismo carril por el que ya venía el BMW a "más velocidad" y con idéntica intención de adelantar, por lo que los turismos de ambos hermanos colisionaron lateralmente. Y de igual forma chocaron el Golf y el Clio de la joven que circulaba en ese mismo sentido. El Golf perdió ambos espejos retrovisores en estos impactos.

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Gravedad

GravedadPero las consecuencias más graves aún estaban por llegar. En base a las simulaciones hechas, la Policía Local establece que ambos hermanos circulaban en esos momentos a velocidades muy por encima de las permitidas. El Golf a aproximadamente 93 km/h y el BMW, a 113. Eso al menos, porque los agentes dicen que ésta es la velocidad "mínima necesaria" para el "escenario" que se produciría a continuación.

Y es que fue éste, el piloto del BMW, el que, justo tras esas colisiones laterales, acabaría perdiendo el control de su automóvil. Primero chocó con el bordillo de la acera de su sentido de circulación para después, "de forma descontrolada", dirigirse "derrapando" al carril contrario, por el que venía, a unos 41 km/h, un Opel Mokka con tres personas. El choque entre ambos vehículos fue frontolateral. Los tres ocupantes del Mokka resultaron heridos, al igual que el piloto del BMW, que volcó. Derivado de esta colisión resultaron dañados otros dos vehículos que estaban estacionados.

El piloto del BMW dio positivo en alcohol, cocaína, anfetaminas y cannabis

Establecidas las velocidades y la dinámica del accidente, la instrucción judicial está ya en una fase avanzada. Testigos presenciales apuntan a un pique, dado que describen que, antes del siniestro, vieron a dos turismos a "gran velocidad", "como si fueran competiendo". Los hermanos investigados ya declararon, pero niegan el pique y el exceso de velocidad. ¿Su alegato? Simplemente que uno de los conductores no vio al otro al efectuar el cambio de carril.

El exceso de velocidad no es el único elemento que concurre en este accidente. Otra cuestión que deja claro el informe policial es que el conductor del BMW dio positivo en alcohol, con una tasa de hasta 0,62, más del doble de la permitida. Las pruebas también arrojaron resultado positivo a drogas: anfetaminas, cocaína y cannabis. Aquella madrugada, ante los agentes, el joven dijo que cuando sucedió el siniestro se dirigía a su casa. Pero a continuación, según recoge el atestado, cambió "varias veces" de versión, llegando a manifestar que no sabía si iba a su domicilio o a Navia "a tomarse la última".

Su hermano en principio se desvinculó del Golf, que dejó allí aparcado, simulando que viajaba como copiloto en el BMW. Tras descubrirse la realidad, los policías le preguntaron el motivo de su proceder y él respondió que porque sentía que debía estar con su hermano en tan "difícil situación".

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