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El coche eléctrico no arranca en Vigo

La urbe, pionera en la fabricación de este tipo de vehículos desde inicios de los 90, apenas cuenta con 164 modelos - El elevado precio y la falta de infraestructuras enfrían las ventas

Simón Espinosa

El coche eléctrico no cuaja en Vigo. Es una paradoja que se da en la ciudad pionera en la fabricación de este tipo de vehículos: ya a comienzos de los años 90, la actual PSA se convirtió en la cuna de estos modelos con la fabricación de las furgonetas Citroën C15 y, más adelante, dando forma a las Citroën Berlingo y Peugeot Partner. Para mayor inri, la factoría de Balaídos comenzó este mismo mes la producción en serie del 2008 eléctrico, que supone entre el 10 y el 15% del total de las unidades de ese modelo que salen de la planta.

El éxito industrial de esta opción de movilidad no contagia a los conductores de la metrópolis gallega, que todavía son reticentes a optar por la variedad eléctrica de las cuatro ruedas. En pleno año 2020, llamado a convertirse en referencia medioambiental y de sostenibilidad, Vigo comparte panorama con el resto de España. En 2019, la modalidad lectrificada tan solo sedujo a 10.050 personas en todo el país, si bien es cierto que, en cada ejercicio, se registran porcentajes de aumento: un 64% con respecto a 2018. Tampoco el alcalde, Abel Caballero, ha sido capaz de convencer a sus ciudadanos dando ejemplo: desde hace casi nueve años, utiliza un coche ecológico para acudir a los actos oficiales que se convocan en la ciudad.

Los datos ofrecidos por la Dirección General de Tráfico (DGT) lo confirman. La urbe olívica apenas cuenta actualmente con 164 turismos de este tipo de un total de 213.466 vehículos que conforman el parque móvil. En 2011, primer año del que se ofrece información en la web de la entidad -momento en el que se popularizó su venta-, tan solo 28 automóviles eléctricos circulaban por las carreteras viguesas. La tónica dibuja un aumento anual, pero de una manera exageradamente tímida. De modo ilustrativo: el apartado de eléctricos tan solo sumó 25 modelos a lo largo del ejercicio pasado, mientras que el parque, en ese mismo periodo, añadió 1.237 turismos.

¿Y cuáles son las tres razones principales que enfrían las ventas de este tipo de coches? Uno de los pilares fundamentales en los que se sostiene esta realidad es el elevado precio que exigen los concesionarios para llevarse un coche eléctrico, mucho mayor que el requerido para los equivalentes en diésel o gasolina. Aunque el catálogo es cada vez más amplio y variado, y, consecuentemente, más democratizado, estos modelos rondan los 30.000 euros, aunque, en los supuestos más baratos, pueden llegar a superar los 20.000 euros.

Otro, la evidente falta de infraestructuras para el mantenimiento de estas opciones. En Vigo, existen un total de 31 puntos de recarga en aparcamientos públicos, repartidos en Praza de Portugal (5), Pintor Colmeiro (5), Policarpo Sanz (6), Areal (6), Urzáiz (6) y Praza da Independencia (3). Algunos recintos privados también se han sumado a esta oferta: el supermercado Alcampo Vigo 2, en la Avenida de Madrid, ofrece desde el pasado mes de noviembre un nuevo servicio de recarga gratuita para coches eléctricos. El servicio funciona durante todo el horario de apertura sin coste alguno para el usuario.

Con el objetivo de potenciar esta tendencia, Fomento ya ha anunciado que tomará cartas en el asunto. El ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, avanzó a comienzos de esta semana una inminente modificación de la Orden Ministerial de accesos a la Red de Carreteras del Estado para regular la instalación de puntos de recarga eléctrica y promover el despliegue por operadores privados de una red de recarga de vehículos eléctricos situados junto a las carreteras estatales.

La tercera pata que frena la venta de coches eléctricos es la escasa autonomía de las baterías. Es uno de los aspectos que más preocupan a los potenciales compradores. En el mercado actual, la mayor parte de los modelos disponibles aguantan una media de 200 kilómetros con una sola carga, cifra que se reduce teniendo en cuenta los cambios de velocidad habituales en una conducción diaria por las ciudades. Su tiempo medio de vida asciende a unos 8 años, que se traducen en 3.000 ciclos de carga completa. A esta desventaja se añaden dos más relacionadas: cambiar esta pieza cuesta más de 5.000 euros y el tiempo para recargarla es de entre 6 y 8 horas.

Motocicletas y ciclomotores

La electrificación de las dos ruedas tampoco arranca en la ciudad. Los datos del parque móvil actual recogen 19 ciclomotores y 59 motocicletas con estas características. Las cifras distan bastante con respecto a las de 2011 -6 y 9 respectivamente-, pero no desvelan una buena relación de los vigueses con estas opciones. En la radiografía que hace la DGT del censo de vehículos, se reflejan, además, otros tipos de automóviles eléctricos: cuatro camiones, tres camiones de gran tonelaje y 16 furgonetas.

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