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El Puerto saca a concurso la concesión por 35 años de toda la superficie del Transversal

Los primeros 49.000 m2 que licita en los muelles comerciales se destinarán a terminal de carga sin contenedor - Kaleido, claro favorito a ocuparlo por un proyecto "ambicioso"

Una superficie más ordenada en los muelles comerciales pero con solo un ocupante. Al final la Autoridad Portuaria pone fin a las tensiones entre los operadores de mercancía por la escasa superficie en el Transversal con la solución más sencilla: sacando a concurso toda la disponible para mercancías. Unos 49.000 m2 por 35 años que hasta la fecha varios operadores usan para el depósito provisional de granito y aluminio. Este uso compartido acabará cuando se falle la adjudicación para la que parte como favorito Kaleido.

La solicitud de esta importante compañía viguesa origina en realidad la decisión del Puerto de concesionar el primer espacio al aire libre en el Transversal que en la actualidad emplea junto a otro operador, Alfacargo, en régimen de "autorizados". Al pedir kaleido un ámbito superior al que permite la adjudicación directa obliga a la institución a convocar un concurso público para que opte cualquier interesado.

El único que podría postularse sería Alfacargo, una empresa que en los últimos años ha aumentado de forma considerable el movimiento de barras y lingotes de metal. Sin embargo, aunque los responsables de esta firma quisieran, el planteamiento de Kaleido Ideas & Logistics cuenta con todos los parabienes de Praza da Estrela, en particular del presidente, Enrique López Veiga, que ayer lo calificaba de "ambicioso". "Invertirá en maquinaria e instalaciones y entre esto, y los contactos de Kaleido en todo el mundo, nos ayudará a aumentar tráfico", añadía.

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Esta justificación tan bienintencionada choca con aquel espíritu conciliador del presidente cuando al surgir las primeras tensiones en las operativas de aluminio por el desembarco masivo de esta carga tranquilizaba a los afectados con aquello de "habrá espacio para todos". Con la concesión de toda la explanada de Transversal no se resuelve los problemas de espacio, lo que reconoce también el dirigente. El problema es que los agrava al dejar sin alternativa al otro operador que en estos momentos ocupa 14.000 m2 dentro de esos 49.000 m2 de la futura concesión. Aunque ayer Veiga quitaba importancia a la suerte que pueda correr el damnificado. "Tendrán que desplazar la carga a otro lado", zanjó.

De acuerdo al pliego de bases colgado en la web de la Autoridad Portuaria, el destino de esta concesión será "el establecimiento de una terminal marítima de mercancía general no contenerizada". Un espacio "donde se llevarán a cabo los trabajos de transferencia de este tipo de mercancías entre los nodos marítimo y terrestre, tránsito marítimo, la disposición de superficies y almacenes para el almacenamiento temporal de las mercancías , así como elementos de transporte para su ordenación y control".

Entre los servicios en esta terminal se contempla como "principales" los siguientes: "la puesta a disposición de espacios, almacenes, edificios e instalaciones para el servicio portuario de manipulación de mercancía general no contenerizada", la que se descarga o carga con grúa del barco al muelle o viceversa, Solo de "forma excepcional", matiza el pliego de condiciones, se podrían efectuar aquí movimiento de carga transportada en contenedor, y siempre con autorización previa de la Autoridad Portuaria.

Por la titularidad de este espacio el concesionario pagará dos tasas al Puerto. La de "ocupación" queda fijada en 121,44 euros / m2 para la "zona V-1", y en 125,38 m2 por la de la "zona V-2a". A estas dos habría que sumarle la tasa de actividad, situada en 0,30 céntimos por un mínimo de 230.000 toneladas al año.

Afectada por la ampliación

El pliego ya avisa que la superficie ofertada se verá parcialmente afectada por el proyecto de ampliación del muelle de Comercio. En concreto indica que "conllevará la eliminación de la línea de atraque en el muelle Transversal Oeste", por lo que el titular de esta concesión, para facilitarla la obra, deberá comprometerse "a renunciar de forma voluntaria, sin posible indemnización, a los terrenos concesionados que sean técnicamente imprescindibles". Estima que estos rondarán en "un franja mínima de 25 metros de anchura a lo largo de toda la alineación".

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