Las quejas vecinales pusieron en alerta a la Policía Local hace varios meses: vehículos "lanzados" a diario por calles limitadas a solo 30 km/h. Son las conocidas como de tráfico calmado y que superan ya las 200 en la ciudad, la mayoría en el centro. El Concello, ante el elevado número de denuncias recibidas desde diferentes zonas de la ciudad no dudó en tomar medidas, como la puesta en marcha de una campaña intensiva de control de velocidades durante más de un mes. Pero sin sanciones. Los resultados ya están sobre la mesa de la Concejalía de Tráfico. Y, aunque la mayoría de conductores cumple con la obligación de circular a 30 km/h, hay todavía un 8% que no lo hace. Según los resultados del citado informe, cada dos minutos un conductor supera el límite permitido en este tipo de viales.
Desde mediados de febrero hasta mediados de marzo los agentes locales controlaron a más de 22.100 vehículos en alguna de las 13 calles por las que desplegó el Veloláser, el radar de última generación que el Concello adquirió el año pasado. De ellos, fueron sorprendidos -aunque sin multa- casi 1.800 conductores circulando por encima del límite de 30 km/h. Pero no a 31, 32, 33... El margen que se dio -confiesan los agentes- fue "bastante" mayor. En cualquier caso, prefieren no desvelarlo para evitar la picaresca de los pilotos. En total, el cinemómetro contabilizó 59 horas y 30 minutos de trabajo continuado.
Tras culminar esta campaña de concienciación, el Concello trabaja ya en el análisis de los datos y prevé actuar en consecuencia. "Se pretende analizar y prevenir velocidades excesivas. Con estos datos se elaborará un estudio para trasladar a los ciudadanos la necesidad de respetar los límites. Además, servirá también para mejorar la señalización para que sea más visible en aquellas calles que detectemos que puede ser necesario", explicaron fuentes municipales el pasado mes de marzo, en mitad de la citada campaña.
Aunque de media solo el 8% de los conductores condujo por encima de los límites permitidos, hay tres calles donde todo apunta que la Concejalía de Tráfico podría tomar medidas debido al elevado número de infracciones. Pi y Margall se sitúa a la cabeza, con 663 excesos de velocidad (un 37% del total). Además, este vial fue en el que se registró la mayor velocidad: 82 km/h. Le sigue Alfonso XIII, con 343 infracciones, y Areal, calle recién asfaltada, con 315.
Entre las notas positivas de este estudio -además de que la gran mayoría cumple con el límite marcado en la calzada- es que ninguna de las velocidades registradas fueron constitutivas de delito. En el caso de vías urbanas se tramitan por la vía penal cuando el exceso es de 60 km/h o más. El conductor que fue sorprendido a 82 km/h cometió una infracción tipificada como muy grave que le habrían acarreado 600 euros y 6 puntos del carné de conducir.
En el polo opuesto se situó la Plaza de Compostela. Tras controlar a casi 300 vehículos, los agentes solo detectaron 1 exceso de velocidad. Fue a la altura del número 14, donde fue sorprendido a 52 km/h. Esta velocidad, considerada como grave, supondría 300 euros de multa y 2 puntos menos del carné de conducir.
Nuevas señales
Con el objetivo de disuadir a los conductores que exprimen al máximo sus vehículos por el centro de la ciudad, la Policía Local lleva años instalando el radar por multitud de calles con el objetivo de dar la sensación de que pueden estar en cualquier punto. Pero además, la Concejalía de Tráfico ha comenzado a instalar señales de aviso en nuevas calles con este mismo objetivo. Es el caso, por ejemplo, de la avenida de Madrid (uno de los viales con más infracciones) o la avenida de Castelao.
