La zona cero de O Marisquiño expone al público sus entrañas. El peritaje encargado por el Puerto en busca de respuestas que desentrañen las causas del desplome ocurrido en agosto pasado convirtieron ayer el concurrido ámbito ribereño donde se organiza el festival en un campo de cráteres. Este aspecto surge como resultado del inicio de la extracción de tramos y fragmentos de la estructura hormigonada y de madera tanto en la zona del paseo colapsada como en la que está intacta. Para los peritos, la comparativa entre estos elementos diferenciados será "crucial" en las conclusiones de un informe que la Autoridad Portuaria espera recibir en el plazo de un mes.
La misión de estos técnicos acaparó la atención de los habituales viandantes de As Avenidas desde primera hora de la mañana cuando por motivos de seguridad los operarios cortaron el acceso peatonal al espigón del Náutico. Con esta medida se trataba de facilitar las operaciones de una grúa que ofreció a los numerosos curiosos congregados una imagen inédita: las de unas vigas de hormigón que durante todos estos meses permanecieron semiocultas detrás del precinto y por su posición, parcialmente sumergida. Solo pudieron observarlas durante un corto espacio de tiempo, desde que eran izadas por la pluma hasta que esta las depositaban a continuación en el contiguo muelle de Comercio, pero suficiente para que generasen todo tipo de comentarios, en su mayoría, por el óxido que dominaba los extremos.
Los peritos ya habían recogido muestras de la estructura del paseo pero desde el Puerto sostienen que de lo retirado en los próximos días será "crucial" para su investigación al analizarse secciones completas de la zona colapsada y de las que no, como el tablero hasta la escultura de Julio Verne. Precisamente por extenderse los trabajos hasta el popular conjunto escultórico -también dentro del perímetro acotado por el precinto, aunque solo por motivos de seguridad- muchos de los que seguían ayer la actuación se creyeron que los organizadores de O Marisquiño habían comenzando con ese embellecimiento dirigido a tapar el ámbito accidentado de cara a la próxima edición del festival. Sin embargo, la decisión de ampliar la extracción a toda la zona acotada obedece a ese objetivo de recabar el máximo de pruebas para confrontar el estado del paseo intacto con el del desplomado cuando soportaba la asistencia al concierto de clausura del festival en agosto de 2018.
Se trata de un peritaje "muy en profundidad", señalaban desde Praza da Estrela. Entre los encargados de llevar a cabo esta investigación parecen ser muy conscientes de que intervienen en un asunto sensible por las encendidas discrepancias surgidas entre Puerto y Concello sobre la responsabilidad en el mantenimiento de este paseo. Así ayer preferían evitar las preguntas de los periodistas y volcarse en la retirada de las piezas que tras numerarlas para saber exactamente la posición original en el paseo, fotografiaban y escrutaban con concentración de cirujano en busca de esas respuestas al accidente.
"Porque las cosas no son evidentes y necesitan un análisis completo para averiguar lo que pretendemos: determinar las causas por las que se colapsó el paseo", recalcaba el jefe del Área de Planificación de Infraestructuras, José Enrique Escolar. Dada la complejidad y el amplio abanico de testigos a analizar -madera, hormigón, loseta, tierra...- en la Autoridad Portuaria tampoco quieren que los peritos se sientan presionados en el sentido de acelerar la entrega de un informe definitivo que calculan tener en su poder entre mayo y junio sin descartarse su posterior entrega al juzgado, como barajaba inicialmente el presidente Enrique López Veiga cuando anunció esta peritaje "de parte".
El peso de esta investigación técnica recayó en la ingeniería madrileña Fhecor que a su vez subcontrató la labor de campo a la firma viguesa Galicontrol. La única directriz dada a estas empresas pasa por que la extracción de testigos se complete en esta semana para evitar su coincidencia con los festivos de Pascua y en la medida de lo posible, afectando lo mínimo al tránsito peatonal hacia el espigón del Náutico. Aunque ayer hubo que cortar esta senda durante la actividad de la grúa, el directivo de la Autorida Portuaria adelanta que si surgiera otra vez la necesidad se cerraría por poco tiempo.
