La profesora Bergareche dirigirá Ciencias Jurídicas y del Trabajo hasta 2019 tras conseguir una ajustada victoria sobre la candidatura de continuidad que lideraba Patricia Valcárcel. El nuevo decanato, que se completa con Ángel Aday, Lidia Noriega, Laura Movilla, Pierre-Henri Cialti y Carmen Montesinos, se propone implicar a trabajadores y alumnos en la gestión del centro.
-Su equipo promete aportar "aire fresco" a la facultad.
-Uno de los principales motivos que nos lanzó a dar este paso es que era necesario abrir nuevas perspectivas y una forma de trabajar, si es posible, más airosa, más suave, más cálida y armoniosa entre el profesorado, el personal de Administración y Servicios y los estudiantes.
-El proceso de adaptación a Bolonia y los recortes no hacen fácil motivar al profesorado.
-No es fácil. Bolonia ha abierto muchas perspectivas e introducido nuevas metodologías, pero también está acompañada de cierta rigidez burocrática y eso cansa mucho. Hay que llevarlo adelante con el mayor gusto y el mayor placer posible, lo que hacemos muchos profesores, sino casi todos, porque la docencia y la investigación son una vocación. El problema fundamental de Bolonia es que se ha hecho a coste cero cuando obligatoriamente suponía un aumento de docencia. Hacían falta más profesores pero no se consolidaron.
-¿Tiene carencias la plantilla actual del centro?
-No estamos muy boyantes. Tenemos mucho profesorado a tiempo parcial que cumple su labor pero serían necesarios más profesores con dedicación a tiempo completo y contratos más estables. Pero esto no es algo que dependa de un decanato.
-Entre las propuestas con las que se presentaron al decanato incluyen la transparencia y la participación.
-La transparencia es fundamental. Mucha gente no se integra o no participa, entre otras cosas, porque no tiene información, que es lo que más abre esta posibilidad. Todos los miembros del grupo trabajamos con la estricta creencia de que debe haber democracia en todos los órganos. Esto implica un respeto a la legalidad y un acceso total a la información. Y ahí está la transparencia, prácticamente como una consecuencia. Incorporaremos metodologías dentro de poco en este sentido.
-Minas publica un listado pormenorizado con todos sus gastos, ¿piensan en medidas de este tipo?
-Exacto, por ahí vamos. Haremos públicos todos los gastos y recabaremos la colaboración de todos para elaborar los presupuestos del próximo año, sin ocultamiento de ningún tipo. El decanato estará abierto a cualquier planteamiento y trabajaremos en comisiones antes de llevar cualquier decisión a la junta de facultad.
-También se proponen recuperar la sala de juicios virtuales.
-Funcionó hace años con los alumnos de Derecho y resultados bastante positivos. Se frenó un poco por la implantación de los nuevos títulos de Bolonia pero ahora se puede recuperar tanto para Derecho y Relaciones Laborales como para el máster de Abogacía. Puede ser muy positivo. Además si es posible trataremos de incorporarnos a la Red de Clínicas Jurídicas para potenciar la formación práctico-jurídica.
-El doble grado ADE-Derecho llega a su tercer año con una demanda muy alta de matrícula y cerrando en el primer plazo.
-Está dando buen resultado y tiene una nota de corte muy alta. Estudiantes y profesores están a gusto. Se trata de una doble titulación y los alumnos tienen que trabajar mucho para cursar los dos grados de forma simultánea. La primera promoción acabará en 2019.
-¿Será una buena cantera de profesionales para el tejido empresarial de la ciudad?
-Sí, será una promoción de grandísimo interés para la zona de Vigo.
-El anterior decanato recurrió que la gestión administrativa recayese en Económicas, ¿cuál es su postura?
-Sigue siendo la Facultad de Económicas la que lleva la gestión del título. Veremos por dónde va la estructura administrativa de la Universidad para decidir, pero no se puede reclamar más gestión sino tienes más personal. Hay que estar un poco a la expectativa pero no vamos a reclamar más de lo que podamos abarcar. En eso seremos lo suficientemente pragmáticos.
