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La abogada que creció tras la pancarta

La futura ministra de Trabajo acompañaba a su padre, el histórico líder de CC OO en Galicia Suso Díaz, a las protestas por la reconversión industrial de Ferrol

Yolanda Díaz // EP

La pasión por la política la mamó en casa desde pequeñita. Creció en el concello de Fene, limítrofe con Ferrol, bajo la sombra de Astano. Su padre es Suso Díaz, que militaba en el Partido Comunista en la clandestinidad del franquismo y fue secretario general de Comisiones Obreras en Galicia. Su tío es Xosé Díaz, gemelo de su padre que fue diputado del BNG.

Yolanda Díaz, de cuarenta y ocho años, casada y madre de Carmela, se crió entre pancartas en los años duros de la reconversión industrial impulsada por los Gobiernos de Felipe González. Y desde entonces ha sido una habitual en cuanta protesta laboral haya habido. Las últimas las de Alcoa, Vulcano o Barreras.

Cuando tenía cuatro años, Santiago Carrillo, entonces líder del Partido Comunista Español, visitó Ferrol y le "besó la mano", recordaba la futura ministra de Trabajo en una entrevista hace años. En cuanto tuvo edad se afilió a las Juventudes del PC, pero sin descuidar los estudios. Es licenciada en Derecho y cursó tres posgrados.

En Ferrol, donde llegó a ser teniente de alcalde en un gobierno de coalición con el PSOE, abrió despacho de abogados, donde se especializó en derecho laboral, siempre defendiendo la causa de los trabajadores. Y también de mujeres víctimas de violencia de género.

Ahora desde su nueva responsabilidad, aspira a derogar la última reforma laboral de 2012 para que la clase obrera recupere derechos. También se propone elevar el salario mínimo profesional hasta alcanzar progresivamente el 60% del salario medio de España.

"Muy trabajadora, muy comprometida y muy coherente con sus ideas", así la define Santiago Lago, catedrático del Departamento de Economía Aplicada de la Universidad de Vigo, que la conoce desde hace años. También la considera "una mujer muy pegada a la calle", muy consciente de las demandas de la ciudadanía.

Al frente de Trabajo, Yolanda Díaz tiene su gran oportunidad. Es una de las carteras potentes de Unidas Podemos. Mejor que la de Consumo, que se lleva su jefe de filas, Alberto Garzón, que ha tenido que conformarse con las competencias de Consumo. Eso sí, ha visto recortada su área de influencia, pues la gestión de la Seguridad Social se va para Hacienda.

La confianza que en ella tienen Pablo Iglesias e Irene Montero la han aupado a este Ministerio. Deberá negociar con la patronal y los sindicatos la reforma laboral y la subida del salario mínimo. Si logra avances, sin elevar la crispación y sin tensar demasiado el escenario político y social, se apuntará un éxito. De entrada, los empresarios la recibirán con todas las cautelas. Cuando el verano pasado se rompieron las negociaciones con el PSOE para formar gobierno, Podemos filtró que se le negaba la cartera de Trabajo porque eran "incómodos para la CEOE".

Los empresarios recuerdan cuando en octubre de 2018 espetó: "Si yo estuviera en el Gobierno, me daría igual lo que dijeran el Fondo Monentario Internacional o la UE". Tambiéndi tidló de "ultraliberal" la política de la ministra de Economía, Nadia Calviño.

Yolanda Díaz es "una curranta, le echa horas, pero también es pasional y temperamental, deberá aprender a controlar sus arroutadas", confiesa quien la conoce.

Trabajo no será un ministerio fácil. Tiene su riesgo. El contexto económico es adverso. Hay indicios de desaceleración y Díaz puede convertirse en "la ministra que da los datos de como crece el paro", advierten políticos que la conocen. Eso sí, con su promoción a ministra la descartan como candidata a la Xunta de Galicia en Común. Es uno de sus rostros más visibles pero la coalición de Podemos, Esquerda Unida y Anova, si entra la formación nacionalista, tendrá que buscarse otro cabeza de cartel.

Yolanda Díaz, que fue coordinadora nacional de Esquerda Unida entre 2005 y 2017, también fue candidata a presidenta de la Xunta en 2009. Sin éxito. No logró representación, pero en 2012, tras el movimiento del 15-M, supo que tenía una oportunidad para entrar en el Parlamento gallego, recogiendo el descontento social que se mascaba en las calles por la austeridad que los Gobiernos de Zapatero y Rajoy impusieron para atajar la crisis económica. Se alió con Xosé Manuel Beiras, que se había ido del BNG. La Alternativa Galega de Esquerda (AGE) consiguió 9 diputados. Fue el germen de la ahora fallida En Marea, pero también el ensayo de Podemos.

Yolanda Díaz fichó a un joven politólogo de la Complutense de Madrid como asesor para la campaña de AGE. Era Pablo Iglesias, que luego se animó a trasladar el experimento gallego a nivel estatal. Así nacía Podemos y así se explica la amistad de Iglesias y Díaz. Y también su salto al Consejo de Ministros.

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