La sangre que circula por el sistema eléctrico de Galicia es cada vez más verde. Desde mediados de los 90, cuando estrenó la apuesta en España por el aprovechamiento del viento como fuente de energía, la comunidad ha ido haciendo músculo renovable gracias a la proliferación de los parques eólicos y su histórico potencial con los embalses. Todo cambió con la crisis económica. El Gobierno central frenó en seco el desarrollo del sector con la reforma energética que acabó con las primas a este tipo de instalaciones por su contribución al cambio climático. Y todo vuelve a cambiar ahora con las macrosubastas de potencia para que el país pueda cumplir este año con los objetivos de consumo limpio marcados por la UE. Con ellas se inyectó un importante refuerzo a la capacidad de generación en Galicia, comparable con los mejores periodos de expansión de la eólica en el pasado. Las consecuencias no han tardado en notarse. Nunca antes la región había conseguido un nivel de electricidad renovable tan alto.s.
La producción total de Galicia superó los 24.800 gigavatios hora (GWh) durante 2019, según el Avance del Informe del Sistema Eléctrico Español del pasado ejercicio que ayer publicó Red Eléctrica de España (REE). De esa cantidad, el 65,2% procedió de fuentes renovables -casi diez puntos más que en 2018- y el 65,4% de tecnologías sin emisiones de dióxido de carbono (CO2). En ambos casos se trata de un récord, como remarca la compañía encargada del transporte de la electricidad en España. "Este aumento de producción renovable se debe, en parte, a que se han puesto en servicio 394 nuevos megavatios (MW) de potencia de generación eólica y fotovoltaica", señala REE, en referencia a las instalaciones encendidas en los últimos meses en la región al amparo de las adjudicaciones en las pujas del Ejecutivo.
¿A cuánto asciende el parque de generación de Galicia? A 11.416 MWh, un 4% más que el ejercicio anterior, a la espera de incorporar los parques eólicos que no llegaron a tiempo para cumplir el calendario de operación establecido en las subastas y la gran central de biomasa de 50 MW, la segunda mayor del país, que Greenalia puso en marcha a principios de marzo.
Haz click para ampliar el gráfico
En otro hecho inédito en el sistema energético autonómico, la eólica se convirtió el año pasado en la primera fuente de electricidad. Concentró el 35% de esos 24.845 GWh. A continuación se situó la hidroeléctrica, que sumó el 28,4%, condicionada por las menores precipitaciones durante el año hidrológico. Los ciclos combinados, reforzados como un colchón del sistema para equilibrar producción y demanda en momentos de menor aportación de las renovables, rozaron el 14% de la generación. Justo después se coloca la cogeneración, con un 10,1%.
El carbón lanza las primeras señales de su inmediata desaparición en el parque de producción eléctrica en Galicia. La actividad de las térmicas se quedó en tan solo 2.466 GWh después de desplomarse el 76,1%, según los datos de REE. Meirama echará el cierre a mediados de este año si no hay sorpresas de última hora y As Pontes lo hará a esa altura también del ejercicio en 2021. La brutal reducción de ambas instalaciones les deja con menos del 10% del mix de generación.
Sin carbón, el global de la producción eléctrica disminuyó un 20,6%. Aún así, Galicia cubrió de sobra sus necesidades de electricidad. El consumo se situó en 18.351 GWh, lo que supone un recorte del 9,4% provocado, sobre todo, por la crisis de las industrias electrointensivas. Es, tras Asturias (11,5%), la segunda caída más abultada en la demanda, frente a un descenso en el conjunto de España del 1,6%.
