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Barreras asume que salvará el concurso con un pacto financiero "in extremis"

Es indispensable para superar la amenaza concursal y confía en presentar el acuerdo por vía telemática

Barreras asume que salvará el concurso con un pacto financiero "in extremis"

La lista de prioridades de Hijos de J. Barreras da la vuelta a la esquina. Pero hoy, con un patrimonio negativo por unos 50 millones de euros -según las cifras aportadas por Pemex- y un preconcurso que expira este domingo, hay una que prevalece sobre todas las demás. Tapar el agujero patrimonial, eliminar la causa de disolución y dar tranquilidad a un socio, el mexicano, que no quiere serlo y ha apostado por una vía absolutamente garantista para no romper de forma inmediata las opciones que tiene el astillero de sobrevivir. No quiere responsabilidades; las tendría si no se elevasen los fondos propios hasta, al menos, los cinco millones de euros. Y eso es exactamente lo que persigue el acuerdo de refinanciación, elevando el precio del crucero Evrima en unos 70 millones de euros. Salvo sorpresa o giro de 180 grados, según distintas fuentes consultadas por FARO, Barreras presentará este fin de semana por vía telemática en el Mercantil el pacto alcanzado con la banca y Cesce para salvar este penúltimo match ballmatch ball. "Aunque esté cogido con mil alfileres, se puede evitar el escenario de concurso", panorama de verdugo para el mayor astillero privado de España.

El organismo semipúblico Cesce (Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación) fue el que respaldó en 2017 la financiación para la construcción del crucero de ultralujo, valorado de inicio en 240 millones de dólares. Aunque el acuerdo de refinanciación eleva su exposición en esta operación -ofrece una cobertura del 95% a los seis bancos, liderados por CaixaBank-, la no entrega del buque sería mucho peor para sus intereses. Ayer reunió de tarde a su comisión de riesgos para validar toda la estructura.

De inicio, la excúpula del astillero estimó en unos 55 millones la desviación presupuestaria del barco, su construcción 1705. Achacaba a la naviera Cruise Yacht Upper Holdco (utiliza Ritz-Carlton Yacht como marca comercial) más de la mitad de ese importe por las continuas modificaciones que había demandado. La vía para solventar los acuciantes problemas económicos era una ampliación de capital, a la que Pemex se había negado -denunció esta semana "fuertes presiones" para suscribirla- y que desembocó en la salida de José García Costas de la presidencia. El análisis independiente encargado a Deloitte ( independent business review, IBR) elevó el sobrecoste hasta los 70 millones; Ritz, en un giro abrupto de su posición, optó no solo por asumirlo en su integridad, sino por erigirse como naviera y astillero al mismo tiempo. Dado que el acuerdo firmado por García Costas y Pemex en 2013 (la vieja Pemex, de Enrique Peña Nieto y Emilio Lozoya) confería al vigués una fuerte capacidad de bloqueo, la armadora trazó un pacto de cesión de derechos con la petrolera y la pesquera Albacora (suman el 75%) para poder gestionar Barreras. Sin aportación de capital, de ahí que toda la estrategia para cubrir el agujero patrimonial haya pasado por este acuerdo de refinanciación.

Las mismas fuentes insisten en que, pese a las enormes diferencias que persisten entre todos los actores, y como expuso ayer FARO, el "objetivo común" es evitar el concurso. Solo esto ha creado cierta confluencia en las opiniones y programas de trabajo. "Si nada cambia podemos salvar el día 2", repetía a última hora una de ellas. Accionistas, bancos, auxiliares, administración y, por supuesto, Ritz-Carlton, comparten este objetivo. El Evrima se estructuró como un Project finance, pertenece al astillero y no sería recuperable como activo hasta encarar una fase de liquidación, abierta a infinidad de postores. La firma que comanda Douglas Prothero tiene la seguridad de que solo su hoja de ruta -con la única culminación del crucero- evitará la quiebra. Así lo ha trasladado en todo momento y desde que, tras la intentona de García Costas por recuperar el timón del astillero, dio un paso al frente.

Ahora bien, fuentes financieras expusieron que se habían producido avances en el acuerdo para la cesión de derechos, si bien no concretaron si Ritz-Carlton está dispuesto a abonar los 13,5 millones (por acciones y avales) que exige Pemex para no instar a la quiebra. La armadora, tampoco. Desde el primer momento Cruise Yacht explicitó que sus planes no pasaban por convertirse en propietario del astillero -"diseñamos barcos, no los construimos"-, sino por gestionarlo temporalmente y solo dada la excepcionalidad de esta situación. La duda es si, dado que los nombramientos que prevé realizar Prothero pasan únicamente por un equipo capaz de terminar el Evrima, quién procurará nuevos contratos para Barreras después de haber cancelado el proyecto Havila y con el ferri de Armas a punto de seguir el mismo camino. Y quién reemplazará al accionista mayoritario, una petrolera en pleno repliegue cuya participación en Barreras forma parte de sus múltiples activos en venta. Andrés Manuel López Obrador anunció ayer de hecho la enajenación de propiedades fuera de México para, dijo, "devolverle al pueblo esos recursos".

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