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La Xunta habilita préstamos 'exprés' para la industria auxiliar por el colapso de Barreras

Irán de los 50.000 al millón de euros para evitar que los impagos del proyecto Havila y el preconcurso estrangulen a las subcontratas y provoquen un efecto dominó

Operarios de mantenimiento, en el crucero "Evrima". // Ricardo Grobas

Factorías Vulcano dijo adiós a cien años de historia con un pasivo de 210 millones de euros. Buena parte de este importe es deuda concursal, almacenada y pendiente de saldar desde su penúltima suspensión de pagos, tras la que aplicó una quita del 80%. A saber, debía 186 millones y rebajó el importe a menos de 40. Muchas auxiliares no resistieron entonces aquel golpe, de 2011, y terminaron cerrando. Otras, atrapadas en el ocaso final del astillero, saben que no verán el dinero. La ecuación es sencilla: la unidad productiva de Vulcano está valorada en menos de 12 millones de euros y, en el mejor de los casos, sería enajenada por 7,7 millones (solo los créditos privilegiados, con prioridad en la orden de prelación de pagos, rebasan los 3,4).

A esta realidad, la más cercana, se ha sumado ahora como invitado imprevisto el colapso de Hijos de J. Barreras. Su precaria situación amaga no solo con dilapidar la recuperación de estas empresas -al abrigo de los astilleros españoles y de su internacionalización-, sino con generar un efecto dominó en toda la industria de construcción naval. Este es el temor que ha alumbrado una línea exprés de préstamos a cargo del Instituto Galego de Promoción Económica (Igape), con las auxiliares como destinatarias específicas. Estarán disponibles en cuestión de días.

Los préstamos irán desde los 50.000 euros hasta el millón, según pudo saber FARO, y están incluidos dentro de una partida general del Igape, activa hasta 2021. Ésta estaba cerrada hasta ahora para las subcontratas del naval, de modo que será sometida a los trámites administrativos pertinentes para ampliar su radio de acción. La Consellería de Economía, que ha articulado la medida, prevé que este programa alivie las dificultades de caja de un sector "que en los últimos años está realizando un importante esfuerzo por modernizarse y está dotado de un capital humano altamente cualificado".

El plazo para la solicitud de préstamos de la convocatoria de 2019 -las bases se divulgarán a través del Diario Oficial de Galicia (DOG)- se prolongará hasta el 31 de diciembre. Las auxiliares afectadas por el colapso de Barreras y la liquidación de Vulcano prestan en su mayoría servicios a los demás astilleros de Vigo y Marín, que cuentan con la mayor carga de trabajo de la última década.

El deterioro

El deterioro

En el caso concreto de Barreras, parte de las subcontratas -vinculadas a los primeros hitos de construcción- ya se vieron afectadas por los impagos del proyecto Havila, con dos cruceros de 124 metros para Noruega. Primero, con retrasos por parte de la armadora (se había quedado sin esquema de financiación, a cargo de bancos asiáticos); después, a raíz del sobrepeso de ambos buques, con el consiguiente coste adicional, resultado de un error de diseño. Entonces ya hubo repliegue de auxiliares, que retiraron personal del astillero y cerraron el grifo de compra de materiales.

Otras, que no habían arrancado sus trabajos en Beiramar, sí habían invertido en aprovisionamientos (aislamiento, pintura, habilitación...). No ejecutaron obras, no generaron facturas, no cobraron. Un torniquete que se agravó al extremo con la solicitud de preconcurso de acreedores, que fuerza al astillero a trabajar al contado y, sin crédito financiero ni comercial, agrava las tensiones de tesorería. El portazo de la banca a las auxiliares dado el factor riesgo de Barreras es lo que la línea de préstamos de la Xunta pretende contrarrestar.

La de las subcontratas es fundamental, pero una pieza más del intrincado panorama que ensombrece al astillero. Los plazos vuelan y, entre ellos, el mes de gracia que el comité de empresa de Barreras había dado a la compañía antes de iniciar un calendario de protestas. Hoy será la primera, a las puertas del astillero, sin descartar un calendario de paros parciales.

No ha germinado ninguna solución todavía para el futuro de la empresa, ni en la línea de reactivación de la actividad -retomar el crucero ultrapremium Evrima y puesta de quilla del segundo barco de Ritz, que es la intención de la atarazana- ni en el traspaso del capital. Ninguna de las múltiples reuniones mantenidas entre Petróleos Mexicanos (Pemex), José García Costas y Albacora han dado frutos. Y hace dos meses y medio que, tras el cese de la antigua cúpula (Costas, González Crespán y López Loureiro), el desgobierno sigue mandando. Ritz-Carlton Yacht Collection, por cierto, ha dejado de vender billetes para el viaje inaugural (14 de junio), aludiendo a un sold out (todo vendido).

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