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Óscar García esboza sus líneas maestras antes del Barça - Celta

El técnico dedica sus primeros días a desarrollar las pautas de trabajo y estilo que se propone llevar a cabo para rescatar al Celta

"Estoy convencido de que hay mimbres para salir adelante, de que la plantilla tiene calidad. Hay que cambiar otro tipo de cosas, que son sí son mejorables". Sin concretar del todo qué cuestiones urge mejorar, Óscar García Junyent, técnico del Celta, ha dedicado sus primeras jornadas al frente del equipo a esbozar las ideas con las que se propone revertir la perniciosa dinámica que mantiene a su equipo anclado en el fondo de la clasificación desde hace un par de jornadas. El técnico considera que el plantel cuenta con recursos humanos para salir adelante, pero precisa que para ello necesita modificar pautas de estilo y trabajo y recuperar a sus jugadores del hundimiento moral en que se encuentran sumidos por los malos resultados y la pobreza futbolística que ha acompañado al equipo en el primer tercio del campeonato.

El primer paso es recuperar autoestima del vestuario, muy deteriorada por la falta de resultados y el pobre fútbol desplegado en los últimos partidos, y a partir de ahí, imprimir un nuevo sesgo, más ofensivo y profundo al fútbol del conjunto celeste, modificando movimientos, pautas y conceptos del juego. "Quiero un equipo que tenga pasión por lo que hace, que entienda por qué se hacen las cosas, un equipo que sea protagonista, aunque habrá momentos en que no podamos", ha declarado el preparador celeste.

recobrar la autoestima

recobrar la autoestimaSi el fútbol es, como sostienen los expertos, un estado de confianza, el Celta tiene un grave problema de falta de autoestima. La imagen de desolación de Denis Suárez en el banquillo de Balaídos tras ser sustituido en último partido contra el Getafe expresaba fielmente el momento de frustración y desconfianza que atraviesa el Celta. El bajo rendimiento individual de la mayor parte de los jugadores ha repercutido muy negativamente en la productividad del grupo, que ha estado, ya no por debajo de las expectativas, sino muy lejos del peor de los escenarios previsto.

El equipo necesita volver a creer en sí mismo y el técnico tiene proporcionar a los jugadores las herramientas anímicas y deportivas para que recuperen la fe en su juego. Óscar García advierte que la recuperación de la confianza perdida no será un proceso inmediato, sino progresivo. "Si un equipo está decaído, no puedes subirlo al día siguiente, pero es un proceso que vamos a intentar hacer lo más rápido posible", ha apuntado.

El primer paso es reconocer los errores cometidos, como ayer mismo, hacía el propio Denis en una entrevista con Goal Digital con motivo de su regreso al Camp Nou. "Me siento muy responsable por cómo está yendo el equipo, pero creo que puedo dar muchísimo más. Espero que pronto empecemos a ganar partidos y confianza porque cuando las cosas van rodadas todo es mucho más fácil", confesaba el salcedense.

un equipo más afilado

un equipo más afilado

El Celta se ha quedado mocho. Pese a contar con finos futbolistas de ataque, el equipo celeste es el que menos remata contra la portería contraria de toda LaLiga y uno de los que menor caudal de juego ofensivo genera. Para ganar partidos es imprescindible marcar goles y el nuevo entrenador se afanará para que el equipo crezca en ataque en los próximos encuentros lo que, sobre el tapete, comporta adelantar la línea de presión y asumir mayores riesgos. Una de las primeros "vicios" que se propone desterrar Óscar García es el abuso del pase atrás. La premisa establecida por su predecesor de asegurar el pase en la salida de pelota se sustituye por la de imprimir fluidez y verticalidad a la construcción del juego desde campo propio. Sobre ello ha incidido el técnico con insistencia en sus primeros entrenamientos. El siguiente paso es establecer los mecanismos y los automatismos en el equipo para llevarla a cabo.

presión alta

presión alta Otra de las premisas sobre las que Óscar García Junyent se propone cambiar la cara al Celta es adelantar la línea de presión a terreno enemigo. El nuevo entrenador quiere que su equipo vaya a buscar al rival a campo contrario y robe el pelota más cerca de la portería rival. Esta estrategia puede proporcionar al equipo muy interesantes réditos, como ocurrió durante la etapa de Eduardo Berizzo, pero comporta importantes riesgos y requiere complicidad, coordinación de movimientos en el achique del espacio y solidaridad en las ayudas. Como la confianza, necesita tiempo y trabajo para generar automatismos. No se consigue de la noche para la mañana.

Meritocracia

MeritocraciaEl técnico de Sabadell se ha mostrado concluyente al señalar que solo los méritos decidirán la composición de su once en cada partido. El nombre, por mucha que sea su jerarquía en el vestuario, no garantiza la titularidad. "Soy claro, explico las cosas que no me gustan y si esas cosas pasan una, dos, tres veces tomo decisiones", ha advertido.

Adecuación del esquema

Adecuación del esquemaÓscar García Junyent no contará con un dibujo de cabecera. Aunque sus preferencias se inclinan hacia el 4-3-3, el esquema que alumbró el Dream Team de Johan Cruyfff, su mentor, y posteriormente perfeccionó Pep Guardiola, el preparador catalán ha dejado claro desde el primer momento de que adecuará el dibujo a las características de sus jugadores. La carencia de extremos profundos en la plantilla le ofrece dudas sobre la viabilidad del 4-3-3, que irá despejando a medida que vaya conociendo mejor a sus futbolistas. La idea inicial es adecuar a los dibujo a las características de los elegidos para el partido, sin desatender la influencia que las caracterçísticas el rival de turno pueda tener a la hora de condicionar el armazón del equipo.

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