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El Celta crece desde el compromiso

El solidario punto obtenido en el Wanda confirma la mejoría defensiva del equipo celeste en un arduo arranque de curso - Hace casi dos años que ningún equipo dejaba la portería a cero en el estadio "colchonero"

Denis golpea el balón antes dos adversarios el sábado en el Metropolitano. // Lof

El brillante ejercicio de orden colectivo firmado por el Celta el pasado sábado en el Wanda Metropolitano confirma el giro que Fran Escribá ha imprimido este curso al equipo celeste desde el rigor defensivo. El equipo defiende más junto, concede menos oportunidades al contrario y se muestra más seguro y aseado en la salida de la pelota.

El Celta ha conseguido dejar la portería a cero en dos de las cinco jornadas disputadas hasta la fecha, un cifra más que respetable considerando los partidos en los que no ha encajado gol (Valencia y Atlético de Madrid) y que la pasada temporada tan solo fue capaz de concluir ocho encuentros sin tener que sacar el balón de centro. Y no es el único dato interesante: el Celta es el primer equipo de LaLiga que consigue dejar su portería a cero en el Wanda Metropolitano en casi dos años. El último en conseguirlo fue el Real Madrid, con otro empate sin goles, el 18 de noviembre de 2017. La pasada campaña, mientras, solo el conjunto blanco logró doblegar a domicilio a los de Diego Simeone (1-3), que apenas dejaron escapar en su feudo tres empates: Eibar (1-1), FC Barcelona (1-1) y Sevilla (1-1).

La mano de Fran Escribá se percibe claramente en la mejoría defensiva experimentada por el cuadro celeste. El orden es uno de los rasgos distintivos del preparador valenciano. Escribá está decidido a armar su equipo desde atrás hacia adelante y el trabajo iniciado este curso desde la pretemporada denota una evidente querencia a construir el juego sin descomponer la estructura defensiva a través de la posesión, asegurando las líneas de pase - 84,3 por ciento de acierto en esta faceta, el quinto más eficiente del campeonato tras Real Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla- con la idea de explotar el talento de su frente ofensivo en busca del gol.

Curiosamente, pese a la cantidad y calidad de los refuerzos incorporados este verano con la Operación Retorno, es más el rigor y el compromiso colectivo que la pegada lo que ha distinguido al Celta en este arranque de temporada. A pesar del tropiezo inaugural frente al Madrid y las adversas circunstancias acaecidas en su polémico encuentro contra el Granada, el Celta parece avanzar con paso firme en su objetivo de reducir drásticamente el número de goles recibidos en las últimas temporadas convencido de que el talento de sus futbolistas de ataque no tardará en proporcionarle importantes réditos. Los cinco puntos (un tercio de los que había en juego) sumados en estas cinco primeras jornadas ligueras no son un botín despreciable considerando los rivales a los que el Celta ha tenido que hacer frente.

Varios factores más han incidido en esta nueva cara , más solidaria, del Celta. En primer lugar, el imponente estado de forma de Rubén Blanco, que ha zanjado, de una vez por todas el debate de la portería con más de media docena de paradas salvadoras, pero también la velocidad e intensidad de Joseph Aidoo, quien sin necesidad de adaptación ha mejorado de forma evidente las prestaciones defensivas del equipo, la consolidación de Néstor Araújo, la regularidad de Lucas Olaza, la jerarquía de Hugo Mallo o el buen desempeño de secundarios que pugnan por hacerse con un hueco en el equipo como Kevin Vázquez, David Costas o Jorge Sáenz.

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