La policía retoma la búsqueda de Madeleine McCann: rastrea dos pozos y unas ruinas en Atalaia

Varias decenas de efectivos de la policía federal alemana (BKA), en colaboración con las autoridades portuguesas, han iniciado este martes una nuevo rastreo de la zona donde la pequeña Madeleine McCann desapareció en 2007, en el Algarve portugués. Los agentes planean rastrear un área de cerca de 50 hectáreas hasta el próximo viernes en busca de pruebas que puedan revelar lo ocurrido hace 18 años. La búsqueda se está centrando en los terrenos rurales que separan el resort de Praia da Luz donde Madeleine se alojaba con su familia y la finca en la que residía el principal sospechoso de la desaparición, el alemán Christian Brueckner.

Las autoridades han acordonado algunas zonas de la localidad de Atalaia desde primera hora de la mañana, impidiendo el acceso a vehículos y drones. Según la prensa portuguesa, los investigadores han inspeccionado dos pozos, así como ruinas cercanas a la finca en la que residía Brueckner, en busca de restos u objetos abandonados que puedan contener muestras de ADN de la pequeña. Para ello, están utilizando equipos con radares que consiguen detectar objetos a una profundidad de hasta cinco metros bajo tierra, así como motosierras para ayudar a desbrozar las zonas de difícil acceso.  

Pocas esperanzas

Las autoridades alemanas, al frente de las investigaciones, han evitado revelar los motivos detrás de esta nueva búsqueda. Por ahora el principal sospechoso no ha sido acusado formalmente de la desaparición debido a la falta de pruebas concluyentes, mientras sigue cumpliendo condena en una cárcel de Alemania por violar a una mujer de 72 años en la misma zona del sur de Portugal en 2005. En caso de que los investigadores no consigan presentar nuevos cargos, Brueckner podría salir de prisión en septiembre de este año.

“Tenemos pocas expectativas sobre estas búsquedas, pero hemos recibido nuestras órdenes y no vamos a interponernos en el camino”, ha asegurado una fuente de la policía portuguesa al diario ‘The Times’. “Nos encantaría que nos demostraran que estamos equivocados y ver un descubrimiento significativo, porque es por lo que todos hemos estado trabajando durante tantos años, pero la zona que se va a rastrear esta semana ya ha sido registrada por agentes portugueses”, ha añadido.

Anteriores rastreos

La última vez que las autoridades rastrearon la zona en busca de pruebas fue en mayo de 2023. En esa ocasión la búsqueda se centró en el embalse de Arade, a unos 50 kilómetros del lugar de la desaparición, y contó con la participación de miembros de la Policía Metropolitana de Londres (Scotland Yard), aunque sin grandes avances. La policía británica ha evitado involucrarse en el nuevo dispositivo, pero ha asegurado estar “al corriente de la operación”, mientras mantiene activas sus propias investigaciones gracias al desembolso de 100.000 libras adicionales (unos 120.000 euros) por parte del Gobierno laborista el pasado abril. 

Desde que se perdió el rastro de la niña la noche del 3 de mayo de 2007, han sido múltiples las idas y venidas en las investigaciones, realizadas por los cuerpos policiales de Portugal, Reino Unido y Alemania de forma independiente. Tras la identificación de decenas de sospechosos y más de 10 millones de euros gastados en las investigaciones, en 2020 la policía identificó como principal sospechoso a Brueckner, quien siempre ha negado los hechos. 

Los padres de Madeleine, quienes fueron investigados en su momento por la policía, han asegurado mantener la esperanza de aclarar lo ocurrido. “No importa lo cerca o lejos que esté, ella sigue estando aquí con nosotros, todos los días, pero especialmente en su día especial", aseguraron con motivo del 18 aniversario de su desaparición. “Seguimos celebrando su belleza y singularidad como persona. La echamos de menos”. En caso de encontrar nuevos indicios, las autoridades podrían extender el dispositivo de búsqueda y mantenerlo más allá de este viernes.