El Reino Unido y EEUU anuncian un acuerdo comercial para reducir los aranceles de Trump

El Reino Unido y Estados Unidos han cerrado un acuerdo comercial que reducirá los aranceles anunciados por el presidente estadounidense, Donald Trump, a las exportaciones británicas. El pacto incluye la eliminación de los gravámenes al acero y al aluminio anunciados hace apenas unos meses, y rebaja los aplicados a la industria automovilística, uno de los sectores más afectados por la guerra comercial. Tanto Trump como el primer ministro, Keir Starmer, ha celebrado el acuerdo y han asegurado que ayudará a mantener miles de puestos de trabajo en los dos países, en lo que ha sido el primer gran pacto alcanzado por Estados Unidos desde el llamado "Día de la Liberación". 

El acuerdo supone una reducción de los aranceles a la industria del automóvil británica, que pasarán del 27,5% al 10% para los primeros 100.000 vehículos exportados a Estados Unidos (gran parte del total), mientras que los gravámenes al acero y al aluminio —del 25%— serán completamente eliminados. El Gobierno británico también ha logrado eliminar las tasas a los motores Rolls Royce exportados a Estados Unidos, y utilizados por empresas de la industria aeronáutica, a cambio de la compra de aviones Boeing por un valor total de 10.000 millones de euros.

Por su parte, el Reino Unido permitirá el acceso de productos agroalimentarios estadounidenses, principalmente carne de vacuno, un producto que también podrán exportar libre de cargas los agricultores británicos, con una cuota máxima de 13.000 toneladas. Starmer ha insistido en que este acuerdo no supondrá una modificación de la regulación en materia de producción alimentaria, algo que Estados Unidos había pedido para permitir la entrada de productos como el pollo clorado al mercado británico. Además del sector cárnico, el pacto también prevé la eliminación de las tasas al etanol estadounidense, un producto fundamental para la producción de cerveza, actualmente fijadas en un 19%.

Halagos y felicitaciones

Los dos líderes se han congratulado por el acuerdo en una llamada telefónica retransmitida en directo, cargada de halagos y felicitaciones para los dos equipos, en un intento de dar magnitud al anuncio y de resaltar los éxitos logrados por las dos administraciones. "Es un gran acuerdo para los dos países, también recibiremos acceso al mercado [británico] para químicos y maquinaria estadounidenses y muchos otros productos industriales que no estaban permitidos", ha asegurado Trump en una rueda de prensa en la Casa Blanca. Starmer, por su parte, ha señalado que el acuerdo ofrecerá "garantías vitales" al sector científico y garantizará un "acceso sin precedentes" al mercado estadounidense para los agricultores británicos, sin comprometer los "elevados estándares" de calidad en el Reino Unido.

"Se trata de un acuerdo que protegerá a las empresas británicas y salvará miles de puestos de trabajo en Gran Bretaña, empleos realmente importantes, cualificados y bien remunerados", ha asegurado el primer ministro desde una fábrica de la empresa automovilística Jaguar Land Rover (JLR). Starmer ha presentado el pacto como algo histórico y ha indicado que también eximirá a la industria farmacéutica de los aranceles que Trump pueda anunciar en el futuro, además de reforzar la cooperación en el ámbito tecnológico. Pero a pesar de las buenas palabras y de las felicitaciones, las dos partes han reconocido que todavía quedan algunos asuntos por resolver en las próximas semanas, mientras que los aranceles "recíprocos" del 10% a las exportaciones británicas se mantienen intactos.

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Prudencia de Starmer

El Gobierno laborista ha optado por la prudencia desde la llegada de Trump a la Casa Blanca, con una apuesta por el diálogo y con una cordialidad que contrasta con posiciones más firmes de otras potencias, como China o la Unión Europea. Starmer ha señalado que esta es la única forma de lograr "beneficios para la gente trabajadora", aunque todavía no está claro qué impacto tendrá el nuevo acuerdo en la maltrecha economía británica.

El pacto queda lejos del gran acuerdo comercial al que aspiraban los anteriores gobiernos conservadores —y que nunca lograron alcanzar—, pero Downing Street lo ha presentado como una importante victoria para el 'premier' británico, quien ha colocado al crecimiento económico como la principal prioridad de su Gobierno. Los equipos negociadores británicos llevan meses en conversaciones con Estados Unidos, así como con la Unión Europea, para reducir las barreras comerciales y reforzar la cooperación bilateral. El anuncio de este jueves se suma al nuevo acuerdo comercial alcanzado con la India esta misma semana, el mayor desde la salida del Reino Unido de la UE. Una muestra más, señala el Ejecutivo, de que sus esfuerzos están empezando a dar frutos.