Guerra en Oriente Próximo

La ocupación y el bloqueo de Israel daña a todos los sectores de la economía palestina, recuerda la ONU

La tasa de desempleo sigue siendo elevada, del 24% en todo el Territorio Palestino, del 13% en Cisjordania y del 45% en Gaza, siendo las mujeres y los jóvenes los más afectados, según el informe elaborado antes del conflicto actual

Fuerzas israelíes en las inmediaciones de Gaza.

Fuerzas israelíes en las inmediaciones de Gaza. / EFE

Irene Savio

El rígido bloqueo israelí de Gaza y la ocupación ilegal de territorios en Cisjordania por parte de Israel -junto con el último golpe de la pandemia y la reducción de la ayuda internacional— han tenido gravísimas consecuencias económicas para la población palestina. Esta es una de las principales conclusiones del último informe de la Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), difundido este miércoles y en el que se analiza la situación previa al conflicto en curso. 

El panorama descrito es desolador y ha empeorado sustancialmente en los últimos años. De acuerdo con UNCTAD, la economía palestina ha hecho aguas por todas partes también en el último año. "Tres décadas después de los Acuerdos de Oslo, la esperada convergencia entre la economía palestina y la israelí sigue siendo obstruida por las políticas de ocupación", afirma la organización. De ahí que hoy "el PIB per cápita palestino represente sólo el 8% del israelí".

La realidad está en los datos. La tasa de desempleo "siguió siendo elevada, del 24% en todo el Territorio Palestino, del 13% en Cisjordania y del 45% en Gaza, siendo las mujeres y los jóvenes los más afectados", se ha evidenciado. El Fondo Monetario Internacional (FMI) calcula que "el efecto de relajar las restricciones de la ocupación" sería mejorar "tres veces el clima empresarial palestino y el suministro de electricidad y agua", se subraya.

El desgarro económico

Las causas son, en opinión de UNCTAD, claras. "Los daños que inflige la ocupación se propagan a todos los sectores de la economía" palestina, se subraya. Aún así, "en 2022 y 2023 se siguió aumentado el número de asentamientos y puestos de avanzada" ocupados por colonos israelíes. Tan solo "en los dos primeros meses de 2023, la potencia ocupante anunció la legalización retroactiva de nueve asentamientos y los planes de establecer 10.000 unidades de asentamiento, más que en 2021 y 2022 juntos". 

El caso de Gaza, donde hoy el 80% de la población depende de la ayuda internacional, es aún peor. Aquí "Israel controla no solo los pasos peatonales y comerciales, sino también el mar y el espacio aéreo, y no permite que se construyan ni se pongan en funcionamiento aeropuertos ni puertos marítimos", recuerda UNCTAD. Además, el Estado hebreo también prohíbe "importar determinadas tecnologías e insumos", lo que incluye "artículos civiles como maquinaria, piezas de repuesto, fertilizantes, equipos médicos, electrodomésticos, equipos de telecomunicaciones, metales, productos químicos, tubos de acero, fresadoras, equipos ópticos y ayudas a la navegación".

El coste de la guerra

A ello se añaden las consecuencias de cada operativo militar llevado adelante por Israel, que son enormes. En concreto, de acuerdo con datos basados en un estudio del FMI, "la destrucción causada por la operación militar de 2008-2009 fue equivalente a más del 60% del capital nacional total de Gaza y la operación de 2014 hizo que se redujera en un 85% el capital nacional que había sobrevivido a la operación anterior", explica UNCTAD.

Con ello, en particular a partir de 2007, se ha puesto en marcha "un círculo vicioso de destrucción y reconstrucción insuficiente", concluye, al destacar el bajísimo PIB per cápita hoy de los habitantes de Gaza (1.257 dólares en 2022) y Cisjordania (4.458 dólares).

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