Entrevista

Ricardo Alfonsín, embajador argentino: "Con la mochila de la dictadura cargan todas las generaciones"

"Asaede tiene por objeto facilitar la promoción de las actividades de los argentinos y los españoles y vincularlos con el Gobierno" y ahora se lanza también en Baleares

Ricardo Alfonsín, embajador argentino en España, a su lado, la cónsul, Mónica Avogadro.

Ricardo Alfonsín, embajador argentino en España, a su lado, la cónsul, Mónica Avogadro.

Redacción

La primera visita de Ricardo Alfonsín a Mallorca tiene como objeto presentar la Asociación Argentina Española de Emprendedores, Directivos y Empresarios (Asaede) en Baleares, en un acto que se celebró ayer en la sede de la Caeb. Contó con la participación de la consellera Rosario Sánchez. La titular de Hacienda y Relaciones Exteriores aprovechó para detallar los incentivos fiscales de Baleares. La conversación con el hijo del expresidente Raúl Alfonsín, arranca por «Chascomús», su ciudad natal. «Está a 120 kilómetros de la provincia de Buenos Aires. Hoy esa distancia no es muy larga. Pero cuando llegó mi bisabuelo de Galicia...».

Gallego, como no...

Sí. Estaba muy lejos de Buenos Aires y, bueno, ahí se radicó él. Ahí nacimos todos los Alfonsín y también mi padre. Allí estudié abogacía. Quiero mucho a Chascomús. Quiere decir agua salada en el idioma de los indios del lugar. Tiene una laguna muy linda de 3.600 hectáreas, con una proporción de sal mayor en proporción de la que tienen las aguas dulces de la provincia de Buenos Aires.

¿Por qué ha venido a presentar la Asociación Argentino Española de Emprendedores, Directivos y Empresarios?

Asaede es la institución que representa a los empresarios y directivos de empresa, tanto argentinos como españoles, que trabajan en conjunto, por lo menos algunos. Trabaja para facilitar la promoción de las actividades de los argentinos y los españoles y vincularlos con el Gobierno. Las iniciativas privadas tienen que ser convalidadas y ajustadas a lo que disponen los gobiernos. Agradecemos muchísimo a la consellera que haya estado presente en este acto en el que se ha anunciado la creación del capítulo balear.

¿Qué áreas quieren impulsar?

Nuevas tecnologías, servicios, comercio, turismo... Ya hay varios argentinos acá desarrollando actividades importantes, hay que potenciarlas, hay restaurantes, servicios de seguridad, startups. El presidente de Asaede es Juan Ybarra, un correntino que, entre otras cosas, produce alimentos argentinos. Vive en Mallorca hace veinte años.

¿La institución está dirigida a los emprendedores que ya están aquí, a los que vendrán...?

Tanto a la empresas que ya están establecidas como a las que quieran sumarse. Tiene un capítulo madrileño, otro catalán y va a extenderse a otras autonomías. Se trata de trabajar juntos para ir enfrentando las dificultades. Y de trabajar también con las embajadas y los consulados para gestionar algún trámite ante la administración pública local. La cónsul, Mónica Avogadro, y el cónsul adjunto, Juan Ortín, ya se han puesto en contacto con miembros de la institución con los que van a trabajar.

¿Cuántos argentinos viven en Balears?

Unos 27.000 empadronados, es la segunda comunidad extranjera más importante. Muchos trabajan como fijos discontinuos en servicios, también como socorristas y en el sector náutico. En el sector del conocimiento, en tecnología, capacitación y formación.

¿Qué problemáticas les trasladan de su vida aquí?

Uno de los grandes problemas es el acceso a la vivienda, pero les encanta la calidad de vida de las islas y son muy trabajadores.

¿Siguen saliendo oleadas de emigrantes de su país?

Cada vez que hay situaciones críticas en la Argentina se producen estas migraciones, como en cualquier país. En 2001 se vivió un proceso muy fuerte, en 2018 y 2019, durante el anterior gobierno también. La de ahora creo que no ha alcanzado esos niveles todavía.

¿A qué lo achaca?

A la crisis por la pandemia. Con el actual gobierno, en 2019, —ojalá pudiera decir otra cosa—, la situación económica y social ya era muy compleja, con un endeudamiento muy alto. Esa crisis estamos empezando a superarla, pero todavía hay muchos problemas.

¿Cómo es la relación con el Govern? Hay un vínculo a través de las casas de Balears en el exterior.

La estamos tratando de fortalecer ahora y hemos visto buena disposición. Y, sí, hay ayudas, pero la balear no es la comunidad más numerosa en Argentina, es la gallega. Les decimos gallegos a todos menos a los vascos. Estuvimos hablando de que tienen contacto con los descendientes de Mallorca y hay distintos planes de ayuda con esas instituciones.

¿Cuántos argentinos cree que votarán en las elecciones de Balears?

No podemos saber el grado de participación.

¿El argentino se implica en los comicios?

La ciudadanía no solo supone derecho, también obligaciones. Es un deber sufragar en Argentina. En el extranjero, no lo es.

¿Le suena el caso Mapau? Se investigó la trama para captar votos de emigrantes baleares en Argentina.

¿Cuándo fue eso?

En 1998, con el expresidente del PP Jaume Matas.

[Sonríe] Yo no había nacido.

En octubre son sus elecciones. ¿Qué puede pasar?

La economía se ha recuperado muchísimo, pero tenemos un problema muy serio con la inflación, no lo podemos controlar, y un alto porcentaje de trabajadores de manera informal. La moneda está en el aire todavía. Ningún partido político va a resolver los problemas que tenemos los países sudamericanos, se necesitan planes consensuados.

Con la película Argentina,1985 hemos revivido el golpe militar. ¿Qué les queda por superar?

La democracia no tiene deudas, no gobierna, no abre la economía ni la cierra, no sanciona leyes justas o injustas, no privatiza. Eso lo hace la política, los dirigentes, los que pueden influir. Lo que se hizo en Argentina con los derechos humanos nunca se hizo en ningún lugar del mundo. No es obra de un gobierno, ni un presidente, menos de un partido. Es del conjunto de la sociedad y no es retórico. El pueblo decidió derogar la ley de amnistía de los militares y fue extraordinario. Puso en riesgo la democracia, pero también la consolidó. Y supimos del horror de la dictadura.

¿Qué le parece que los españoles busquemos a los muertos de nuestra dictadura?

No puedo opinar, lo tienen que resolver los propios españoles, según lo que su conciencia les indica que es lo mejor para el país. En Argentina pudimos avanzar transcurridos algunos años, derogando leyes que lo impedían. Ocurrieron cosas espantosas, no sabemos todavía dónde están los desaparecidos. Hay un pacto de silencio. Nadie ha pedido disculpas. Oí decir que las nuevas generaciones no cargan con la mochila de la dictadura, con esa mochila cargan todos. Eso como que los judíos no cargaran con el holocausto. No se puede olvidar.

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