Momento histórico

Donald Trump, primer expresidente de EEUU imputado por cargos penales

Un gran jurado de Nueva York ha aprobado la presentación de cargos, que aún no se han hecho públicos | En el centro del caso están los pagos antes de las elecciones de 2016 para silenciar a la actriz porno Stormy Daniels

Donald Trump, imputado por comprar el silencio de la actriz porno Stormy Daniels

Agencia ATLAS / Foto: EFE

Idoya Noain

El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha sido imputado con cargos penales por un gran jurado en Nueva York por los pagos que hizo antes de las elecciones presidenciales de 2016 para silenciar las alegaciones de una relación sexual de la estrella porno Stormy Daniels. El empresario inmobiliario se ha convertido así en el primer mandatario del país, después de pasar por el Despacho Oval o en activo, que enfrenta cargos penales en la historia.

"El abogado de Trump ha sido contactado para coordinar su entrega a la oficina del fiscal de distrito de Manhattan para comparecer por una imputación del Tribunal Supremo que sigue sellada", ha confirmado un portavoz de esa fiscalía que dirige el demócrata Alvin Bragg, horas después de que los medios adelantaran la decisión del gran jurado.

Como ha sido habitual en toda la carrera política de Trump, su imputación mete a Estados Unidos en terreno desconocido y augura una profundización en las divisiones en un país ya radicalmente polarizado. Y no solo por ese factor histórico, sino porque el republicano es también desde noviembre candidato oficial para buscar la nominación presidencial de su partido para 2024. La imputación no le impide seguir en la carrera. Y las aguas políticas se ponen tormentosas. Una vez más con Trump.

La reacción de Trump

El expresidente ha recibido la noticia en Mar-a-Lago, en Florida, desde donde ha emitido un comunicado en el que ha asegurado que "esto es persecución política e interferencia electoral al nivel más alto de la historia". En el mensaje Trump asegura que los demócratas "han hecho lo impensable", se define como "la persona más inocente de la historia" y afirma que lo que denomina como una "caza de brujas se volverá contra Joe Biden de forma contundente".

Trump también ha vuelto a atacar a Bragg, un fiscal negro al que en las últimas semanas ha insultado deshumanizándolo como un "animal" y ha repetido una acusación de que fue "elegido y financiado por George Soros". Hace unos días colgó también en Truth Social un artículo con una imagen de Bragg a un lado y con él con un bate de béisbol en la otra.

En otro mensaje en Truth tras ese comunicado inicial, Trump ha escrito en las mayúsculas que son gritos: "EEUU es ahora una nación del tercer mundo, una nación en serio declive. ¡Tan triste!". Y en uno más ha denunciado: "saben que no puedo tener un juicio justo en Nueva York".

Entrega el martes

Bragg quería que Trump se entregara este mismo viernes, pero los abogados de Trump han rechazado hacerlo argumentando que el Servicio Secreto que protege al expresidente necesita más tiempo para prepararse según ha reportado 'Politico' con una fuente y ha confirmado Joe Tacopina, uno de los letrados de Trump. Y otra de las abogadas que le representa, Susan Necheles, ha estimado que la entrega y el procesamiento tendrán lugar el martes, aunque la fecha podría variar y Tacopina ha declarado en Fox que no está cerrada. 'The Washington Post', no obstante, afirma también con una fuente anónima que se entregará y aparecerá ante el tribunal el martes a las 14.15 horas.

En ese proceso debe ser fichado y fotografiado y se le leerán sus derechos. Hay dudas de que sea esposado o forzado a realizar el tradicional "paseíllo" de detenidos ante las cámaras. Y después se producirá la primera comparecencia ante el juez, cuando posiblemente se conocerán públicamente los cargos, aunque también podrían filtrarse antes. De hecho, CNN ha informado ya citando a dos fuentes anónimas que incluyen más de 30 cargos por fraude empresarial, y 'The New York Times' ha hablado también de más de dos docenas de cargos.

Juan Merchan, el mismo juez que supervisó el juicio en que la Organización Trump fue en diciembre condenada por fraude fiscal, presidirá la vista la semana que viene según ha informado NBC. En enero ese magistrado impuso una multa de 1,6 millones de dólares a la empresa de Trump, que no estaba personalmente imputado en el caso penal, que también planteó la fiscalía dirigida por Bragg.

El corazón del caso

En el centro del caso que ha llevado a la histórica imputación están los pagos a Daniels. Aunque los realizó Michael Cohen, entonces abogado personal de Trump, luego el presidente le reembolsó los 130.000 dólares. Y para hacer los pagos y el reembolso supuestamente se falsificaron documentos.

'The Wall Street Journal' había revelado además horas antes de la imputación este jueves que la fiscalía también ha estado presentando ante el gran jurado que ha trabajado desde enero pruebas e interrogando a testigos sobre otro pago de 150.000 dólares que también gestionó Trump antes de las presidenciales de 2016 para silenciar a Karen McDougal, una exmodelo de Playboy que asegura que mantuvo relaciones sexuales durante 10 meses con Trump también en 2006.

La falsificación es solo un delito leve pero si se combina con una posible violación de leyes de financiación de campaña elevaría la gravedad del delito, que podría conllevar un castigo máximo de cuatro años de cárcel pero que no implicaría necesariamente encarcelamiento. Y aunque solo cuando se conozcan los cargos se sabrá si es el camino legal que ha seguido Bragg, esa combinación de leyes novedosa que nunca antes se ha usado en un caso es algo que hace que algunos expertos legales vean el potencial de problemas para conseguir una condena. La credibilidad de Cohen, que pasó por la cárcel tras declararse culpable en dos casos penales federales y también se declaró culpable de mentir al Congreso, y que debería ser uno de los testigos esenciales para Bragg, es otro de los puntos potencialmente débiles en el caso.

Otros casos

El de Nueva York no es, de todas formas, el único caso que enfrenta Trump, ni puede que el más grave. El expresidente también podría ser imputado en Georgia, donde un gran jurado especial ha estudiado si él y su equipo interfirieron en las presidenciales de 2020 para tratar de revertir en ese estado los resultados legítimos, que dieron la victoria a Joe Biden. Ese gran jurado especial ya hizo sus recomendaciones de imputaciones a la fiscalía, que es la que debe presentar los cargos, pero los abogados de Trump han intentado que se paralice el proceso.

Además, un fiscal especial designado por el Departamento de Justicia, Jack Smith, estudia el manejo irregular de documentos clasificados que Trump pudo realizar una vez que abandonó la Casa Blanca, un caso en el que el FBI llegó a realizar un registro en su residencia privada en Mar-a-Lago. Smith también lleva a cabo una investigación del asalto al Capitolio y el papel que pudo jugar Trump en aquella insurrección (algo por lo que ya fue sometido a un juicio político, su segundo ‘impeachment’, del que como en el primero fue exonerado gracias a los votos en el Senado de los republicanos).

Frente a la justicia civil, el empresario inmobiliario está también en la diana de un caso en Nueva York sobre prácticas potencialmente fraudulentas de la Organización Trump.Y este mes arranca también en Nueva York el juicio por la demanda civil por violación y difamación que presentó en su contra la periodista Elizabeth Carroll.

Tensión

Los tambores sobre una potencial imputación de Trump por los pagos a Daniels llevaban sonando 21 días, desde que se supo que Bragg había invitado a Trump a testificar ante el gran jurado que ha estado estudiando el caso y ha determinado los cargos (el expresidente rechazó esa invitación). Hace dos semanas se supo que fuerzas del orden se preparaban para la posible presentación de cargos y el propio Trump hace dos sábados colgó un mensaje en su red social asegurando que sería detenido “el martes” siguiente y llamando a sus seguidores a “protestar” y “recuperar la nación”. Aunque se inventó la fecha, la tensión se disparó, especialmente cuando Trump sumó a sus mensajes públicos palabras como "muerte" y "destrucción".

En los últimos días pareció que la decisión se alejaba. El equipo de Trump se había relajado ante noticias que anticipaban que el trabajo del gran jurado entraría en un receso hasta finales de abril. Y el propio Trump había colgado el miércoles un mensaje alabando a ese gran jurado y asegurando que habían frenado los esfuerzos del fiscal por imputarle.

La bomba ha caído solo unas horas después. Y aunque las cosas han sido pacíficas en Nueva York este jueves por la tarde, tanto frente a los juzgados como frente a la Torre Trump, el departamento de policía de la ciudad distribuyó minutos después de que se conociera la imputación un memorando en el que se insta a todos los agentes, sin importar el rango, a estar en guardia el viernes a partir de las siete de la mañana y preparados para ser desplegados.

Batalla política

El caso amenaza con volver explosiva una batalla política que ya se había disparado. Y numerosos republicanos, del presidente de la Cámara Baja Kevin McCarthy al gobernador de Florida, Ron DeSantis, se han sumado a las acusaciones de Trump de que se trata de una persecución politizada, señalando con particular vitriolo a Bragg. Son mensajes que han repetido este jueves tras la histórica decisión de imputarlo.

En el caso de DeSantis, que es visto como principal rival potencial de Trump en 2024 y fue criticado por otros republicanos por mantener un par de días de silencio cuando salieron las primeras noticias hace un par de semanas, este jueves ha añadido que Florida no asistiría en una potencial solicitud de extradición de Trump desde Florida a Nueva York en caso de que se resistiera a la entrega (resistencia que no parece probable).

El expresidente también había usado ya antes de la imputación el caso para explotarlo y sacar rédito político, movilizar a sus seguidores y recaudar más fondos. Una vez más, volvía a alimentarse de su momento bajo los focos. Y según algunos estrategas y analistas, toda la atención podría beneficiarle al menos a corto plazo en la lucha de primarias del Partido Republicano. De momento este jueves él y su su campaña ya han enviado correos pidiendo donaciones y hablando de "el capítulo más oscuro de la historia americana".

La realidad es que Trump enfrenta ahora de momento una imputación sin precedentes. Y puede no ser la última. Pero ya es una. Histórica.