El papa Francisco recibe al secretario de Benedicto XVI tras sus últimas revelaciones

Gänswein publica este jueves el libro en el que cuenta “la verdad” de su vida junto a Ratzinger

Gänswein y el papa Francisco, en una imagen de 2018.

Gänswein y el papa Francisco, en una imagen de 2018. / MAX ROSSI

E.P.

El papa Francisco se reunió ayer en el Vaticano con el secretario personal del papa emérito, Georg Gänswein, tras las revelaciones narradas en el libro “Nada más que la verdad. Mi vida junto a Benedicto XVI”, que saldrá a la venta este jueves 12 de enero. Así se se confirmó en la agenda del pontífice publicada por la oficina de comunicación del Vaticano, que no dio más detalles del encuentro. Una de las incógnitas en este momento es el cargo que ocupará el arzobispo alemán tras la muerte de Benedicto XVI de quien fue su secretario durante los últimos veinte años.

En el documento, al que tuvo acceso Europa Press el pasado 5 de enero, Gänswein confiesa que se quedó “en shock” cuando Francisco le encargó que dejara a un lado sus ocupaciones como prefecto de la Casa Pontificia para dedicarse a cuidar de Benedicto XVI en 2020.

Según el testimonio del secretario personal de Benedicto XVI, tras la polémica por el libro del cardenal Sarah, se reunió con Bergoglio y este le dijo: “De ahora en adelante, quédate en casa, acompaña a Benedicto, que te necesita”.

Ante esta indicación, Gänswein confiesa que se quedó “en shock y sin palabras” y dice que, cuando trató de replicar, diciéndole a Francisco que lo había estado haciendo durante siete años y que podía continuar haciéndolo, el papa le respondió que él seguía siendo prefecto pero que, a partir del día siguiente, no volviese a trabajar.

El secretario personal de Benedicto XVI cuenta que respondió, resignado, que no lo entendía ni lo aceptaba humanamente pero que se adaptaría por “obediencia”.

De vuelta al monasterio, recuerda que, al contárselo a Ratzinger, este le dijo, en tono irónico: “Parece que el papa Francisco ya no se fía de mí y quiere que seas mi guardián”. A esta revelación se suma otra desvelada por el propio Gänswein el pasado 4 de enero, en la que aseguraba que Francisco provocó “dolor en el corazón” a Benedicto XVI al limitar la misa en latín. Según la prensa italiana, estas afirmaciones, coincidiendo con el funeral del papa emérito presidido por Francisco, causaron perplejidad en la Curia romana.

En el libro también asegura que las continuas comparaciones entre Benedicto XVI y Francisco le entristecían “sobre todo, cuando el comentario procedía de desde dentro del Vaticano”.

Así, pone de ejemplo la decisión del papa argentino de no vivir en los apartamentos del Palacio Apostólico y mudarse a una habitación más pequeña de la Casa Santa Marta. Según Gänswein, esto no puede atribuirse a una “cuestión de ahorrar dinero”, ya que, aunque no viva ningún pontífice, hay gastos de limpieza y manutención, sino a la “psicología personal” del propio Bergoglio.

Gänswein también cuenta que recibió instrucciones precisas de Benedicto XVI para que destruya todos sus documentos privados de todo tipo “sin excepciones”.

En otro momento del libro, Gänswein revela que fue su viaje a la JMJ de Madrid en 2011 lo que desencadenó las primeras reflexiones acerca de la posibilidad de renunciar al pontificado. “Era precisamente la cuestión de la participación personal en aquella JMJ lo que desencadenó en él una reflexión que se fue haciendo cada vez más opresiva, sobre la continuación o no de su pontificado”, asegura Gänswein.

Así, precisa que durante el encuentro en Cuatro Vientos para la Vigilia y la Misa tuvo la certeza de que un encuentro de este tipo “sin la presencia física del Pontífice habría sido estúpido”.