Si no hay sorpresas, este jueves el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas va a votar a favor de extender un año más el mandato de su misión en el Sáhara Occidental (MINURSO). Una de las incógnitas es si se producen abstenciones entre los quince miembros del Consejo, que actualmente preside Gabón. Durante el último año, la misión de las Naciones Unidas ha constatado “hostilidades de baja intensidad” en este territorio y ha lamentado las dificultades de su personal para desplazarse sobre el terreno y llevar a cabo tareas de observación.

A principios de octubre, el Secretario General de la ONU, António Guterres, presentó su informe sobre la situación en este territorio y recomendó alargar el mandato un año más. “A pesar de este difícil contexto, sigo creyendo que es posible una solución política a la cuestión del Sáhara Occidental, siempre que todas las partes interesadas participen de buena fe y haya un apoyo continuo de la comunidad internacional”, reiteró el Secretario General en su informe. 

En sus observaciones y recomendaciones, Guterres manifestó que “el hecho de que siga sin existir un alto el fuego efectivo amenaza la estabilidad de la región, con el riesgo de una escalada mientras persistan las hostilidades”. También pidió a Marruecos y al Frente Polisario facilidades para que miembros de la Minurso puedan desplazarse a las zonas próximas al muro que divide el Sáhara Occidental para poder documentar de primera mano la situación que atraviesa la región.  

En su escrito resaltó que durante este último año se han producido “hostilidades de baja intensidad entre Marruecos y el Frente Polisario”, especialmente en la zona norte del Sáhara Occidental. Aunque remarca que la Minurso “no pudo confirmar de forma independiente el número y la ubicación de los incidentes de disparos denunciados”. 

Un año del Enviado Especial

Durante el primer año de mandato, el Enviado Personal del Secretario General para el Sáhara Occidental, Staffan de Mistura, se ha reunido en varias ocasiones con las autoridades de Marruecos, del Frente Polisario, de Argelia y Mauritania. También ha mantenido varios encuentros con el ministro español de Exteriores. 

En el informe se explica que De Mistura tenía la intención de visitar el Sáhara Occidental durante el mes de julio, pero relata que el enviado especial “fue informado de la posición del Gobierno de Marruecos de que no le sería posible reunirse con representantes de la sociedad civil y de organizaciones de mujeres durante esa primera visita”. Hecho que produjo que suspendiera el viaje y por ahora no ha visitado este territorio.

Referéndum de autodeterminación

El Frente Polisario criticó el informe del Secretario General y, en una carta dirigida a él, acusó a Marruecos de ser el responsable del final del alto el fuego. “El Frente Polisario vuelve a lamentar profundamente el silencio cómplice e injustificable de la Secretaría de las Naciones Unidas y su inexcusable reticencia a llamar a las cosas por su nombre”, manifestó el presidente del polisario, Brahim Ghali. 

En un comunicado publicado esta semana, el Frente Polisario también ha defendido que “el relanzamiento de la operación de paz en el Sáhara Occidental sigue dependiendo de que se detenga la violación del derecho inalienable del pueblo saharaui a la autodeterminación”. Los independentistas saharauis reclaman que la única salida es la celebración de un referéndum de autodeterminación y le exigen a las Naciones Unidas que ponga los mecanismos necesarios en funcionamiento para que se pueda realizar. 

El plan de autonomía

Marruecos solo contempla aplicar un plan de autonomía para el Sáhara Occidental. Durante estos últimos años, el país magrebí ha destinado grandes esfuerzos diplomáticos para recabar apoyos de países que reconozcan la soberanía marroquí sobre este territorio y su plan autonomista. Uno de los momentos más importantes para Rabat fue cuando el anterior presidente de los EEUU, Donald Trump, reconoció, poco antes de abandonar la Casa Blanca, la marroquinidad del Sáhara Occidental. Marruecos también ha logrado que varios países, como Emiratos Árabes Unidos, Jordania, Senegal o Gabón, entre otros aliados, hayan abierto consulados en las ciudades saharauis de El Aaiún y Dajla, como mensaje de apoyo a la causa marroquí.

El pasado mes de marzo, el presidente español, Pedro Sánchez, mandó una carta al rey de Marruecos, Mohamed VI, en la que expresaba que la propuesta marroquí de autonomía para en Sáhara Occidental era la “base más seria, creíble y realista” para la resolución del conflicto en el marco de las Naciones Unidas. Estas palabras del mandatario español, sirvieron para volver a tender puentes entre Rabat y Madrid después de un año de crisis diplomática.