Ser anciano, multimillonario y llevar tres décadas metido en el ruedo político en Italia no son rasgos que ayuden a aceptar mansamente la derrota. Eso es lo que Silvio Berlusconi está demostrando. El jefe de la centroderechista Forza Italia, inmerso en una pugna con sus socios de coalición por el peso de su partido en un futuro Gobierno italiano, ha vuelto a insistir en que su anhelo es hacerse con el ministerio de Justicia, una cartera que Giorgia Meloni, la líder del ultraderechista Hermanos de Italia, había supuestamente reservado a uno de los suyos. 

Un nuevo envite, el de Berlusconi, que le ha caído a Meloni un día después de que el lunes los dos anunciaran públicamente que habían decidido aparcar sus diferencias, lo que algunos creyeron que equivalía a una rendición del exCavaliere. No ha sido así. Después de un breve encuentro en el Parlamento, el propio Berlusconi ha comunicado este martes haber logrado colocar a Elisabetta Casellati, su candidata, como futura ministra de Justicia, como resultado de su pertenencia a la coalición que ganó las elecciones del 25 de septiembre. 

Listado de ministros

Acto seguido, el político también ha informado de los otros nombres pactados. Estos son Antonio Tajani, que debería ser viceprimer ministro y ministro de Exteriores; Gloria Saccani Jotti, a la que iría la cartera de Universidad; Anna María Bernini, destinada a la Administración Pública, y Gilberto Pichetto Fratin, para el Ministerio de Transición Ecológica.

Berlusconi ya lo había dicho antes de su encuentro. “¿El ministro de Justicia será (el candidato de Hermanos de Italia, Carlo) Nordio? No, lo veo hoy pero está la expresidenta del Senado, Casellati. Meloni lo ha sugerido y Nordio es bueno”, había dicho el exCavaliere. Pero “estoy convencido de que la decisión correcta es Casellati, porque sabe lo que hay que hacer para la reforma de la Justicia”, había añadido. 

Rivalidad con la Liga

Y la guinda del pastel: “No ha habido (petición de) perdón alguna (de su parte, el lunes, en su encuentro con Meloni)”, ha afirmado el viejo magnate. “Fui yo que pedí ir a vía de la Scrofa, en la sede de Hermanos de Italia”, ha añadido, al quejarse igualmente por la supuesta disparidad de tratamiento de la que la Liga de Matteo Salvini se estaría beneficiando, en detrimento de Forza Italia, durante las negociaciones con Meloni. 

En estas circunstancias, la información supone un paso más hacia las consultas con el presidente de la República, Sergio Mattarella, que antecederán la entrega del encargo de formar Gobierno a Meloni. Lo que, según la prensa italiana, podría ocurrir ya en la segunda mitad de esta semana.

También se abren, una vez más, escenarios desconocidos para Italia, un país en el que en estos años Berlusconi ha atacado repetidamente a los jueces y donde el magnate aún tiene diversos líos judiciales. Uno de estos es el “Ruby Ter”, juicio en la actualidad en curso y que trata de aclarar si Berlusconi sobornó a los testigos para que mintieran sobre lo que pasaba en sus fiestas con “esclavas sexuales a sueldo”, como llegó a afirmar la fiscal adjunta de Milán, Tiziana Siciliano.