El primer ministro de Hungría, el ultranacionalista Viktor Orbán, calificó este viernes el reciente informe del Parlamento Europeo sobre el estado de la democracia en su país como un "chiste".

"Ya no nos reímos de eso, porque es un chiste que ya aburre", señaló el mandatario en Belgrado, donde se reunió este viernes con el presidente serbio, el conservador populista Aleksandar Vucic.

"No se trata de la formación de una opinión objetiva sino de un ataque partidista (de la izquierda), y no es el primer ataque de ese tipo a Hungría. Ese documento puede calificarse como un panfleto", afirmó Orbán.

El Parlamento Europeo había adoptado este jueves, con una amplia mayoría, un informe que señala que Hungría ha dejado de ser una democracia plena para convertirse en un "régimen híbrido de autocracia electoral".

Durante su visita a Belgrado este viernes, Orbán volvió a criticar las sanciones contra Rusia, un país que calificó como "un gigante energético".

"Quien está más cerca, siempre sufre más por las sanciones, y por eso no sorprende la postura de Hungría que difiere radicalmente de la de Bruselas: la distancia entre las posturas es aproximadamente 2.000 kilómetros", dijo Orbán.

Orbán visitó Belgrado para recibir de Vucic, un estrecho aliado, una alta condecoración nacional, la "Orden de la República de Serbia sobre Gran Collar", por su contribución al desarrollo de relaciones de amistad entre los dos países.