A la periodista de Al Jazeera Shirin Abu Aqleh es “altamente probable” que la matase un soldado israelí "por error"". Esa es la conclusión de la investigación del Ejército judío casi cuatro meses después de aquella bala que se coló entre el hueco de su chaleco antibalas y su casco y acalló su voz. La veterana reportera palestino-estadounidense no era un objetivo intencional, afirman los resultados, aunque los disparos estaban dirigidos a la zona donde ella y su equipo periodístico se encontraban. El Ejército ha confirmado también que no se abrirá una investigación penal para depurar responsabilidades, una decisión controvertida que no ha sorprendido a nadie.  

La investigación oficial se cierra con el argumento de que probablemente fuera un "disparo accidental" de un soldado israelí que estaba en situación de peligro y la identificó erróneamente como un pistolero palestino armado. Según han explicado sin embargo varias veces los compañeros de la reportera, el Ejército sabía que un equipo de periodistas se encontraba allí y todos iban identificados como prensa de forma muy visible. Pero, según el jefe del Estado Mayor israelí, este “incidente desafortunado” solo ocurrió por estar enmedio de “la actividad operativa para frustrar el terrorismo palestino”.

La investigación se ha basado en entrevistas con soldados, la geolocalizción de los teléfonos móviles, el análisis del lugar de los hechos, las grabaciones de audio y vídeo y las informaciones periodísticas. Pero ya no irá más lejos. La Oficina del Fiscal General Militar de Israel ha anunciado que no abriría una investigación contra ningún soldado involucrado en el incidente ya que “no hay sospecha de que se haya cometido un delito penal”. De esta forma, Israel desoye las conclusiones previas extraídas por cinco grandes medios de comunicación internacionales al investigar los hechos, como Associated Press o la CNN, que sugerían el carácter premeditado del asesinato de Abu Aqleh por part del Ejército israelí.

Más de 80 palestinos asesinados 

Tras la publicación de estos resultados, la familia de la periodista no ha tardado en expresar su desaprobación. “Como era de esperar, Israel se ha negado a asumir la responsabilidad por el asesinato de Shirin”, ha afirmado en un comunicado. “Nuestra familia no está sorprendida por este resultado, ya que es obvio para cualquiera que los criminales de guerra israelís no pueden investigar sus propios crímenes; sin embargo, seguimos profundamente dolidos, frustrados y decepcionados”, han añadido. La familia sigue presionando para que se lleve a cabo una “investigación estadounidense exhaustiva, independiente y creíble que conduzca a la rendición de cuentas” y también ha acudido a la Corte Penal Internacional.

Más de 80 palestinos en Cisjordania han sido asesinados por las fuerzas de seguridad israelíes desde principios de año. Una de estas víctimas mortales fue Shirin Abu Aqleh el pasado 11 de mayo. La periodista de Al Jazeera estaba informando sobre una redada militar israelí en el campo de refugiados de Yenín, en la Cisjordania ocupada, cuando una bala acabó con su vida. Su muerte conmocionó a palestinos dentro y fuera de los territorios, ya que llevaba más de dos décadas informando y denunciando aquello que le ha acabado ocurriendo a ella. Esa mañana de mayo sus asesinos lograron callarla pero no pudieron quitarle la voz.