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Efectos del conflicto armado

La guerra de Ucrania desata el furor en Alemania por los búnkeres privados

La demanda por espacios de protección particulares ante un posible conflicto bélico o catástrofes se dispara tras el inicio de la invasión rusa

Un búnker de la empresa BSSD en una vivienda privada en Alemania. BSSD

"Búnker a la venta". El señor Müller oferta así un búnker originario de la desaparecida República Democrática Alemana (RDA) desde el pasado 7 de julio en Ebay. Las fotos del anuncio muestran lo que parece ser una antigua instalación militar subterránea construida por la Alemania socialista oriental a las afueras de Bad Freienwalde, una pequeña localidad del estado federado de Brandeburgo, este de Alemania. En aparente buen estado de conservación y situado en un terreno de más de 25.000 metros cuadrados, el precio es de un millón 300.000 euros. "Cantidad negociable", puntualiza el anuncio.

Pero el señor Müller no contesta llamadas ni mensajes para ofrecer más información acerca del búnker, con lo que resulta imposible contrastar si el anuncio es real o una ficción. Esto último sospecha Mark Schmiechen, jefe de prensa de la empresa Bunker Schutzraum Systeme Deutschland (BSSD o Búnkeres y Sistemas de Refugios de Alemania, en su traducción al castellano). El representante de BSSD asegura que el furor desatado en Alemania por los búnkeres privados desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania también da pie a engaños y estafas.

"Ahora se ha calmado un poco, pero durante las primeras tres, cuatro semanas recibíamos una media de cinco o seis llamadas a la hora", dice Schmiechen a El Periódico de Catalunya. "La diferencia entre entonces y ahora es que las llamadas que hoy recibimos son de mucha más calidad. Es decir, se trata de gente que se ha informado previamente, que está construyendo una casa o cuenta con un inmueble que quiere reformar". Superada la primera fase de pánico después del inicio de la guerra, la inclusión de un búnker o un refugio privado en una vivienda particular se presenta como una opción más en la actual coyuntura internacional, marcada por tensiones bélicas, inflación y crisis energéticas.

Refugios públicos

487.598. Esa es la cantidad de personas a las que la República Federal de Alemania podría proteger en caso de emergencia nacional como una guerra, un ataque nuclear o químico. La cifra corresponde al 0,6% de la población total del país, como publicó recientemente el semanario Die Zeit tras recibir a las estadísticas oficiales del Ministerio federal del Interior.

El Estado alemán tiene actualmente en propiedad 599 refugios. Durante la Guerra Fría, la capacidad de protección pública era mucho mayor a ambos lados de la frontera entre las dos Alemanias. Como principal frente de tensión militar y nuclear entre EEUU y la Unión Soviética, las autoridades alemanas de aquel entonces tenían planes de emergencia mucho más completos que los actuales.

Un búnker de la empresa BSSD de Alemania destinado a uso particular.

Con la caída del Muro de Berlín, los sucesivos Gobiernos de la Alemania reunificada fueron vendiendo los refugios públicos, abandonándolos e incluso destruyéndolos por. El presunto "fin de la historia" y de las guerras convencionales en suelo europeo parecían dar la razón a las autoridades alemanas. La guerra en Ucrania y el actual horizonte, lleno de incertidumbres, parecen quitársela ahora.

Ensayo de apocalipsis

En caso de apocalipsis nuclear, parece poco probable que un refugio privado pudiese salvar la vida a una familia durante mucho tiempo. Por tanto, ¿qué puede llevar a un ciudadano a construir un búnker en los sótanos de su casa para él y los suyos? "Imagine, por ejemplo, un apagón y que ahí fuera merodean bandas que no tienen nada mejor que hacer que asaltar a personas o saquear viviendas. Esas cosas ya se vivieron en tiempos de guerra. En ese caso, si cuento con un refugio, me podría retirar en él con mi familia y tal vez también proteger mis documentos más importantes. Y ahí me podría quedar horas o tal vez días", responde Mark Schmiechen. Tras el shock generado por la invasión rusa de Ucrania, la actual crisis energética que amenaza Alemania alimenta ahora las ansías de protección particular de personas con dinero suficiente.

El abanico de ofertas de BSSD es amplio: va desde un contenedor de acero de un par de metros cuadrados –que se puede situar dentro de un piso por unos 11.000 euros– hasta un refugio de hormigón armado acondicionado como un apartamento, cuyo precio de salida ronda los 60.000 euros. Esta última opción puede ser instalada dentro del edificio, en sus sótanos o incluso en el jardín de la casa con un acceso secreto dentro o fuera de la vivienda. La empresa – única en su especie dentro de Alemania– no pone límite alguno al presupuesto. Todo depende de las necesidades del cliente, asegura Mark Schmiechen. Y el negocio anda bien: su volumen de proyectos suma cifras millonarias de tres dígitos e incluye tanto a clientes privados como al Estado alemán.

Sismógrafo del miedo

Se podría decir que el éxito de la empresa BSSD es una proyección del miedo en la que vive la sociedad alemana. Independientemente del sentido que pueda tener una inversión en un búnker privado, su cifra de negocio es una especie de sismógrafo del temor de la población cuando mira al futuro.

El representante de BSSD lo resume así: "Ya antes de la guerra de Ucrania nos dimos cuenta de que la demanda aumentaba siempre que surgía una crisis en algún lugar del mundo. Pero lo de ahora no lo habíamos vivido antes. El aumento de la demanda es exponencial. Si antes de la invasión rusa nuestra web recibía 500 visitas diarias, actualmente superamos las 10.000".

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