No hay planes de paz para los palestinos. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha confirmado en su visita a los territorios ocupados una desatención ya anunciada. “Dos estados para dos pueblos, ambos estados respetando los derechos iguales para ambos, ambos pueblos disfrutando iguales medidas de libertad y dignidad”, ha dicho Biden en rueda de prensa conjunta con su homólogo palestino. Pero sus palabras no han ido más allá y no ha hablado de retomar las conversaciones de paz entre ambos actores. 

Aunque el líder demócrata sí ha traído ayuda financiera para una población en crisis económica. Biden ha prometido 316 millones de dólares, un centenar en financiación de la salud y otros 201 para la UNRWA, la agencia de las Naciones Unidas para los refugiados palestinos. A su vez, Israel se ha comprometido a mejorar las redes sin hilos en Cisjordania y Gaza, parte de un esfuerzo más amplio para mejorar las condiciones económicas. 

Palestinos “merecen un estado”

“Sé que la meta de los dos estados parece tan lejana mientras que las humillaciones como las restricciones de movimiento y de viaje o la preocupación diaria por la seguridad de sus hijos son reales e inmediatas”, ha dicho Biden. Mientras el presidente estadounidense ha afirmado que “debe haber un horizonte político”, Mahmud Abás ha “extendido la mano” a Israel para retomar las conversaciones de paz y ha pedido a Estados Unidos que “reconozca el estado de Palestina” como el hecho clave “para asegurar la paz en nuestra región”.

También Biden ha anunciado planes para facilitar el acceso en el cruce del puente Allenby entre Cisjordania y Jordania. Ha asegurado que “el pueblo palestino merece un estado propio que sea independiente, soberano, viable y contiguo” en la misma semana en que ha reconocido que la solución de los dos estados “no ocurrirá en el corto plazo”. A su vez, ha rechazado la propuesta de la Autoridad Palestina (AP) de que Jerusalén Este sea la capital de un futuro Estado palestino.

“Jerusalén debe ser una ciudad para toda su gente”, ha respondido Biden. Por primera vez como presidente, ha apoyado las fronteras anteriores a 1967. En ese mapa, pero, la ciudad no estaba bajo control israelí, lo que podría suponer un respaldo de facto a la iniciativa palestina, aunque la AP esperaba una declaración más explícita. Aún así, Biden mantiene la política estadounidense favorable a Israel que su predecesor catapultó con la normalización con los países árabes. Pero, a diferencia de Trump, sí ha reabierto el grifo de las ayudas.

Descontento en las calles

Los palestinos han expresado su descontento ante la visita de Biden. Cientos de manifestantes han salido a las calles para denunciar que el mandatario estadounidense priorice los intereses israelís en detrimento de los del pueblo palestino. La presencia de Biden ha sido recibida con escepticismo y decepción ante un Biden sin intención de retomar el diálogo de paz. “No hay saludo ni bienvenida para el presidente de Estados Unidos”, ha declarado Jalil al Haya, líder en Gaza de Hamás, el movimiento islamista que gobierna de facto la Franja desde hace tres lustros.

Antes de su visita a Cisjordania, la oficina de Biden ya había anunciado que no hay planes de reabrir el consulado de Estados Unidos en Jerusalén, cerrado durante la administración Trump. Durante su primer día en Israel, insistió en su misión de afianzar el rol del Estado hebreo en la región ampliando sus vínculos con otros países árabes. Desde Palestina pero también desde el Golfo, han alertado de los peligros que esta normalización puede entrañar. 

Volando hacia Arabia Saudí

Durante años, el pueblo palestino ha servido de conejillo de indias para probar esta tecnología de cibervigilancia y supuesta seguridad como parte de su estrategia represiva. Esta tecnología pionera, como el software espía Pegasus, forma parte del paquete de intercambios que reciben los países árabes cuando normalizan sus relaciones con Israel. Los activistas y expertos de Palestina y el Golfo han denunciado que eso implicaría una mayor represión sobre la disidencia. 

La mayoría de ciudadanos árabes muestran gran oposición a la normalización de las relaciones con el Estado hebreo, según las encuestas del Índice de Opinión árabe. Tras la visita relámpago de Biden a Cisjordania, el presidente estadounidense ha surcado los cielos como el primero de sus mandatarios en volar directamente desde Israel hasta Arabia Saudí. Horas antes del embarque del presidente, las autoridades saudís han anunciado el final de su larga prohibición de aviones israelís sobrevolando su territorio.