"No, no, no". Así de contundente se ha mostrado el primer ministro británico, Boris Johnson, al ser preguntado este miércoles si iba a dimitir, una posibilidad que varios de sus ministros le han pedido esta misma tarde y también le han exigido decenas de diputados del Partido Conservador, que han manifestado públicamente su "pérdida de confianza" en el inquilino del número 10 de Downing Street.

Tras la oleada de dimisiones en su Ejecutivo, una reacción en cadena que iniciaron ayer Rishi Sunak y Sajid Javid, Johnson ha prometido seguir luchando y no ceder ante las peticiones de dimisión, una promesa que fue recibida con burlas por un número creciente de sus propios legisladores durante la sesión semanal de preguntas al primer ministro en el Parlamento"El trabajo de un primer ministro en circunstancias difíciles, cuando te han dado un mandato colosal, es seguir adelante", aseguró Johnson, "y eso es lo que voy a hacer".

Al ser preguntado por tres miembros de su propio partido sobre si iba a dejar el cargo, el primer ministro aseguró que dimitiría "si hubiera circunstancias en las que sintiera que es imposible que el Gobierno siga adelante", pero no considera que haya llegado ese momento.

Lo aseveró durante la mañana y lo corroboró durante la tarde de este miércoles tras enfrentarse a una larga reunión con una delegación de sus ministros en Downing Street, donde se enfrentó cara a cara con la presión de su propio Gabinete. Johnson se aferra a su cargo y se muestra "absolutamente desafiante", según filtró al canal Sky News una fuente del Ejecutivo.

Además, el primer ministro ha despedido a Michael Gove, ministro de Cohesión Territorial y uno de sus más estrechos aliados hasta ahora, después de que Gove le pidiese este miércoles que dejara el cargo, según informa la BBC y The Guardian.

"Sacarlo a patadas"

Sajid Javid, ya exministro de Sanidad, compareció en la Cámara de los Comunes para detallar los escándalos, pasos en falso y meteduras de pata que han marcado el mandato de Johnson hasta ahora. "En algún momento, tenemos que llegar a la conclusión de que ya es suficiente. Creo que ese momento es ahora", dijo Javid ante un parlamento silencioso, con Johnson escuchando impávido.

"Sospecho que tendremos que sacarlo a patadas y a gritos de Downing Street", confesó un diputado del Partido Conservador a la agencia Reuters, bajo la condición de anonimato. "Pero si tenemos que hacerlo así, lo haremos".

El liderazgo de Johnson se ha visto envuelto en varios escándalos estos últimos meses, con el primer ministro multado por la policía por infringir las medidas para frenar la expansión del coronavirus y un informe condenatorio publicado sobre el comportamiento de los funcionarios de Downing Street que violaron sus propias reglas con varias fiestas y celebraciones.

También hubo una desafortunada defensa de Owen Paterson, un diputado que infringió las normas de la relación con los 'lobbies', y críticas por no haber hecho lo suficiente para atajar la inflación, en plena subida de los precios de los combustibles y los alimentos.

En el último escándalo, Johnson se disculpó por haber nombrado al diputado Chris Pincher para un puesto relacionado con el bienestar y la disciplina del partido, incluso después de haber sido informado de que el político había sido objeto de denuncias por conducta sexual inapropiada.

El relato de Downing Street cambió varias veces sobre lo que el primer ministro sabía del comportamiento pasado del político, que se vio obligado a dimitir, y cuándo lo supo. Su portavoz lo achacó a un lapsus en la memoria de Johnson.

Esto provocó la dimisión de Sunak como ministro de Hacienda, y la de Javid como secretario de Sanidad, que este miércoles han continuado otros como John Glen, ministro de Servicios Financieros; Will Quince, secretario de Estado de la Infancia, o Laura Trott, ayudante parlamentaria en el ministerio de Transporte. Varios de los ministros que renunciaron citaron la falta de juicio y de normas de Johnson, así como su incapacidad para decir la verdad.

Conor McGuinn, un diputado del opositor Partido Laborista, asegura que el Gobierno ha tenido que cancelar las comisiones que debían celebrarse este jueves en el Parlamento porque "ahora no tienen suficientes ministros para asistir" y lo ha calificado de "un Gobierno que no puede realizar ni siquiera las tareas más básicas necesarias para gobernar".

En este contexto, el 69% de los británicos considera que Johnson debe abandonar el cargo de primer ministro, según un sondeo de YouGov. Casualmente, esta empresa especializada en sondeos de opinión e investigación de mercados fue fundada por Nadhim Zahawi, un político emergente en las filas conservadoras al que Johnson nombró ministro de Hacienda este martes tras la dimisión de Sunak. Pese a ello, Zahawi ha sido uno de los ministros que este miércoles le han pedido a Johnson que dimita, según la BBC y medios británicos.

Hace justo un mes, el primer ministro sobrevivió a una moción de confianza de los diputados conservadores. Las normas actuales estipulan que los cargos de su partido no pueden someterle a otro proceso de este tipo durante un año, pero algunos conservadores están intentando cambiar esas reglas y forzar otra moción. Si Johnson se va, el proceso para sustituirlo podría durar un par de meses.