“Europa debe mostrar fortaleza porque Rusia solo percibe el poder como argumento. Es hora de no estar separados, no estar fragmentados, sino ser un todo”. Por tercera vez desde el estallido de la guerra el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha intervenido por videoconferencia ante los jefes de estado y de gobierno de la UE. Un discurso de diez minutos en el que ha apelado a la unidad de los Veintisiete sobre el sexto paquete de sanciones, incluido el embargo efectivo del petróleo procedente de Rusia, y en el que ha acusado a Moscú de crear las condiciones para mantener disparados los precios del gas y de paso las protestas internas en Europa. 

El mensaje del dirigente ucraniano, cuando se cumplen 96 días de guerra en su país, ha sonado alto y claro: dejen de lado las disputas internas porque lo único que consiguen es alentar aún más al Kremlin a ejercer más presión sobre Europa. “Rusia quiere ver en estas reuniones no a un Consejo Europeo, y no a una Unión Europea, sino a 27 estados separados, fragmentados”, ha recordado. El dirigente ucraniano también ha explicado que la ofensiva militar rusa sigue haciendo estragos y ha pedido una solución inmediata que evite una crisis alimentaria, aunque ha avisado que “si Rusia conserva la capacidad de interceptar barcos con productos agrícolas ucranianos no habrá comercio pacífico ni producción agrícola segura”.

Además de a Zelenski, los Veintisiete también escucharán este viernes, durante la segunda jornada de la cumbre, al presidente de turno de la Unión Africana y presidente de Senegal, Macky Sall, con quien hablarán sobre seguridad alimentaria. Además, la intención de los Veintisiete es comprometerse a acelerar los trabajos sobre "los corredores solidarios”, propuestos por Bruselas para facilitar las exportaciones agrícolas de Ucrania, y avalar la asistencia macrofinanciera de 9.000 millones para apoyar financieramente a Ucrania. La agenda del Consejo Europeo extraordinario también incluye un nuevo debate sobre la política de seguridad y defensa.