La resaca de las fiestas del 'partygate' siguen dándole dolores de cabeza al primer ministro británico. En cuatro fotos difundidas este lunes por la cadena de televisión ITV, Boris Johnson aparece brindando con un vaso de vino en la mano y tomando la palabra junto a un grupo de gente en Downing Street. Delante de él hay una mesa con botellas de alcohol, vasos vacíos y comida para picar. La fiesta, en la que se observan ocho personas, unas junto a otras, sin guardar distancia alguna, además del fotógrafo, tuvo lugar el 13 de noviembre del 2020, cuando las restricciones por el coronavirus eran extremadamente severas. En esas fechas estaba prohibido reunirse en interiores a menos que fuera estrictamente necesario para trabajar, o de lo contrario se estaba cometiendo un delito. Las fotos corresponden a la despedida en honor del entonces director de Comunicaciones del Primer Ministro, Lee Cain, que dejaba el cargo. 

Un año más tarde, cuando comenzaron a circular las noticias de los festejos ilegales, la diputada laborista, Catherine West, preguntó directamente a Johnson en la Cámara de los Comunes si había habido una fiesta aquel 13 de noviembre del 2020. "No. Pero estoy seguro de que pasara lo que pasara, se siguieron las directrices y las normas en todo momento", fue la respuesta del 'premier' y que ahora le coloca en muy difícil posición.

Las imágenes muestran que ha mentido, algo que se dispone a investigar una comisión parlamentaria. También habrá que explicar cómo Johnson escapó sin sanción. Un portavoz oficial del primer ministro aseguró que la policía tuvo ese material durante la investigación de los eventos concluida el pasado mes. Scotland Yard le impuso una única multa por participar en la fiesta de cumpleaños que organizó en su honor su esposa, Carrie, multada también. La policía, que emitió 126 multas a 83 personas por ocho eventos, sí impuso en cambio una o varias sanciones a miembros del personal de Downing Street y de otros departamentos ministeriales, entre los que ha ido creciendo un sentimiento de rabia e injusticia. Detrás de la divulgación de las fotos podría estar la mano de alguno de ellos.

Publicación inminente

Las imágenes salen a la luz la semana en la que se espera la publicación del informe sobre el 'partygate' elaborado por la funcionaria Sue Gray. En el resumen publicado en enero, Gray constataba el ambiente inadecuado de la residencia oficial con "un consumo excesivo de alcohol que no resulta nunca apropiado en el lugar de trabajo", así como "fallos en el liderazgo y en el juicio empleado por diferentes departamentos de nº 10 de Downing Street". La funcionaria condenaba lo sucedido. "Algunos eventos nunca debieron permitirse, y otros debieron haberse permitido de otra manera".

En las últimas semanas Gray ha mantenido una reunión secreta con Johnson. Cuando se pidieron explicaciones, los portavoces del primer ministro afirmaron que se había celebrado a petición de la trabajadora. Este lunes tuvieron que dar marchar atrás y confesar que fue Johnson el que pidió la cita.