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Crisis del coronavirus

Bruselas urge a no bajar la guardia frente a la Covid-19

La Comisión Europea pide a los gobiernos sistemas de vigilancia capaces de detectar nuevos brotes y variantes

La comisaria de Sanidad de la Comisión Europea, Stella Kyriakides. EFE

“Las perspectivas del covid-19 son positivas pero la pandemia todavía podría sorprendernos. Tenemos que estar preparados porque el virus todavía está con nosotros en Europa y en el mundo, y no podemos bajar la guardia”, ha recordado la comisaria de sanidad, Stella Kyriakides durante la presentación este miércoles de la nueva estrategia de la Comisión Europea para gestionar la próxima fase de la pandemia de covid-19. Una fase en que la vigilancia y la preparación serán “esenciales”, según Bruselas, para preparar a los Veintisiete frente a nuevos posibles brotes y variantes durante el próximo otoño e invierno. 

“Los últimos dos años nos han mostrado que en los meses de verano probablemente veremos unas tasas de incidencia más bajas. La presión de la pandemia por tanto caerá probablemente en los próximos meses. Esto crea una ventana de oportunidad para prepararnos a posibles futuros brotes pandémicos”, sostiene la Comisión Europea en un nuevo análisis en el que constata que, aunque ómicron es menos grave que variantes precedentes, la disminución de la inmunidad contra la infección y la posible estacionalidad del invierno podrían aumentar la probabilidad de que surjan y se propaguen nuevas variantes del SARS-CoV-2, el virus que causa el covid-19.

Vigilancia integrada

A este riesgo se suma el hecho de que hay países que han empezado a aplicar nuevos enfoques frente a la pandemia lo que podría llevar a una fragmentación en la respuesta de la UE. Ante esta situación, Bruselas reclama a los gobiernos que sigan trabajando juntos, porque “la coordinación será, una vez más, esencial”, para reforzar la vigilancia, los sistemas sanitarios y la preparación global. Por ello reclaman un sistema de vigilancia integrado, basado en estimaciones reales y representativas sobre la transmisión de la enfermedad y no en la identificación de casos notificados, que funcione junto con el resto de enfermedades respiratorias. Los gobiernos, sostiene Bruselas, tendrían que complementarlo con otros sistemas de vigilancia sobre aguas residuales y otros como el virus de la gripe o la resistencia a los antimicrobiana.

La nueva hoja de ruta también plantea analizar y secuenciar un número suficiente de muestras para estimar con precisión la circulación de variantes y detectar la aparición de nuevas. Los gobiernos deben establecer grupos prioritarios. Por ejemplo, personas afectadas por brotes, aquellos con riesgo de desarrollar covid grave, personas que tienen contacto regular con población vulnerables y sanitarios entre otros. En los últimos meses los Estados miembros han adaptado sus estrategias de test reduciendo en algunos casos la realización de los mismos lo que supone un desafío desde el punto de vista epidemiológico. 

Vacunas, la prioridad

En cuanto a la estrategia de vacunación, Bruselas recomienda seguir vacunando, particularmente a los grupos más vulnerables. “Todavía vemos grandes diferencias en la cobertura de vacunación entre los Estados miembros. Cerrar lagunas entre los adultos debería ser la prioridad”, apunta la Comisión. Hay dos cuestiones que preocupan particularmente de cara al próximo otoño. En primer lugar, el estancamiento en algunos Estados miembros. Más de 90 millones de personas siguen sin vacunarse, unos 9 millones de más 60 años, lo que aumenta el riesgo de mortalidad y la aparición de nuevas variantes. 

Además, existen grandes diferencias en las tasas de cobertura de vacunación. En algunos Estado miembros casi el 85% de la población tiene la pauta completa, en otros no llega al 50%. También preocupa la menor eficacia de la vacuna entre las personas que aún no han recibido una dosis de refuerzo, que hasta ahora solo se ha pinchado al 64% de los mayores de 18 años. “Aunque el curso futuro de la pandemia es difícil de predecir, una cosa es segura: la covid-19 está aquí para quedarse. El virus seguirá evolucionando y la aparición de nuevas variantes es muy probable. Nuestra respuesta debe consistir en mantener altos niveles de preparación para los brotes y la aparición de nuevas variantes del virus, y en aumentar la cobertura de vacunación, con esfuerzos específicos para llegar a los que aún no están vacunados”, insiste la Comisión.

Por ello, insta a los gobiernos a prepararse para inyectar dosis adicionales de cara al otoño/invierno. “Habrá que tener en cuenta las nuevas evidencias sobre la disminución de la protección que confieren las vacunas y la infección natural, la situación epidemiológica y la aparición de nuevas variantes, así como el desarrollo de nuevas vacunas y su efecto sobre la infección y la posterior transmisión”, recoge el plan.

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