El primer ministro de Hungría, el ultranacionalista Viktor Orbán, apeló este domingo a votar en las elecciones legislativas -en las que aspira a un cuarto mandato- alegando que son cruciales ya que se elige entre "la guerra o la paz".

El controvertido jefe de Gobierno se presenta como garante de la estabilidad del país y acusa a la oposición -que por primera vez desde 2010 tiene opciones de ganar- de querer involucrar a Hungría en la guerra por solidarizarse con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, cuyo país está siendo invadido por Rusia. "Es la guerra de dos países grandes y es algo peligroso. No debemos involucrarnos. Nuestros rivales (políticos) no consideran la gravedad de la situación y quieren dar pasos con los que involucrarían al país en la guerra. Eso sería trágico para Hungría", dijo Orbán después de votar en un colegio electoral en una zona residencial de Budapest.

Orbán, que tiene buena sintonía con el presidente ruso, Vladímir Putin, con quien comparte políticas conservadoras, ha secundado las sanciones de la Unión Europea (UE) contra Moscú. Sin embargo, se niega a entregar armamento a Ucrania, prohibiendo incluso que material de la OTAN con destino a Kiev pase por su territorio, pese a que Hungría forma parte de la Alianza Atlántica.

Las últimas encuestas otorgan una ligera ventaja a Orbán, de 58 años, que ha sabido presentarse como un líder que garantiza la estabilidad en tiempos turbulentos, con la población húngara intranquila por la guerra en la vecina Ucrania. Unos 400.000 refugiados de guerra han llegado a Hungría durante las cinco primeras semanas de guerra en Ucrania.

Por eso, el conflicto se ha convertido en un tema de campaña en Hungría, con la oposición calificando a Orbán de ser un 'mini-Putin' por su tendencias autocráticas y han criticado su creciente aislamiento en la UE.

La oposición -que reúne a seis partidos de todo el arco político bajo la coalición 'Unidos por Hungría'- ha prometido una política europeísta y revertir las medidas legales emprendidas por Orbán desde 2010 para socavar la separación de poderes. "El Gobierno es la vergüenza de nuestra nación", sostuvo el candidato opositor a primer ministro, Péter Márki-Zay. "Que sea este día la fiesta del cambio. Hagamos hoy todo lo posible para que mañana todos nos despertemos en una Hungría que es de todos", añadió en un mensaje en Facebook.

Unos 8,2 millones de húngaros con derecho de voto están llamados a participar en las elecciones, en las que los colegios electorales estarán abiertos hasta las 17.00 GMT.