La Prefectura de Policía de París restituyó este lunes la obligación de llevar mascarilla en la calle, cuatro días después de haber sido tumbada por la Justicia, pero limitada ahora a los lugares de la ciudad con fuerte densidad de personas en los que no se pueda mantener la distancia de seguridad.

En un decreto colgado en su cuenta de Twitter, la Prefectura indicó que toma nota de la decisión del Tribunal Administrativo de París que el día 13 consideró "inapropiada" la medida que inicialmente había impuesto la mascarilla de forma indiscriminada en cualquier lugar al aire libre porque eso atentaba contra la libertad individual.

En su nueva versión, el decreto señala que la situación epidémica, con una tasa de incidencia "extremadamente alta y una presión muy fuerte en los hospitales, necesita medidas para que los espacios exteriores, aunque los riesgos sean limitados, no sean lugares de contaminación".

Ahora hay que llevar mascarillas en los mercados, ventas y exposiciones en la calle; en cualquier reunión o manifestación con 10 ó más personas; en las paradas de autobuses y tranvías o en sus alrededores y en los alrededores de escuelas o universidades a las horas de entrada y de salida. También se aplica la obligatoriedad en las cercanías de estaciones o centros comerciales y junto a las iglesias u otros templos religiosos durante los oficios y ceremonias.

Más en general, las mascarillas serán imprescindibles en las situaciones en las que no se pueda respetar un metro de distancia entre las personas en París.

Decretos como este se van a aplicar también en el resto de los departamentos de la región Ile-de-France, la más poblada de Francia con 12,3 millones de los 67,4 millones de habitantes del país.