Uno de los principales aspirantes al Elíseo ha sido condenado tres veces por sus declaraciones racistas. El Tribunal de París declaró culpable este lunes al polemista Éric Zemmour de los delitos de “injuria” y “complicidad en la provocación al odio” hacia las personas migrantes. El candidato ultraderechista deberá pagar una multa de 10.000 euros por haber tachado a los menores extranjeros no acompañados de “ladrones”, “asesinos” y “violadores”.

Los magistrados ratificaron la pena exigida por la fiscalía, que consideró que estas palabras “sobrepasaron los límites de la libertad de expresión”. Este famoso tertuliano, y ahora candidato a las presidenciales a través del movimiento Reconquista, ya había sido condenado en el pasado dos veces por este tipo de declaraciones racistas. Tras haber marcado los primeros meses de la campaña de las presidenciales francesas de abril, la candidatura de este periodista y ensayista xenófobo y ultranacionalista ha perdido fuelle en los últimos meses al verse implicado en múltiples polémicas, entre ellas este juicio celebrado en noviembre y cuya sentencia fue pronunciada este mediodía.

Los hechos juzgados se remontan al 29 de septiembre de 2020. En un plató de CNews, conocida como la “Fox francesa” por su línea editorial muy conservadora, Zemmour dijo sobre los menores extranjeros no acompañados: “No tienen nada que hacer aquí. Son ladrones, asesinos y violadores, esto es todo lo que son. Debemos reenviarlos a su país. (…) Es una invasión permanente”. Además del polemista, los jueces también condenaron a una multa de 3.000 euros al director de este polémico medio, que forma parte del grupo Canal +.

“Detrás del proyecto mediático, hay un proyecto de odio”

“Es una sentencia muy importante (…). Detrás del proyecto mediático, hay un proyecto político. Se trata de un proyecto de odio y que pretende estigmatizar a las personas en función de sus orígenes, religión y raza, destacó al salir de la audiencia el abogado Arié Alimi, que formó parte de la acusación al representar a varias asociaciones humanitarias, como SOS Racismo o la Liga de los Derechos del Hombre.

“La suerte que le espera, y la rapidez con la que se celebran estas audiencias, no es la misma que para todo el mundo”, se quejó, en cambio, el abogado de Zemmour, Olivier Pardo, quien anunció que recurrirán la sentencia. Pese a presentarse como un defensor de la autoridad, el candidato ultra no estuvo presente durante el anuncio de la sentencia. El mismo comportamiento tuvo a lo largo del juicio. Tras la sentencia del lunes, el ensayista volverá a ser juzgado el jueves en proceso en apelación por haber cuestionado crímenes contra la humanidad en la Francia colaboracionista con el nazismo. En concreto, Zemmour defendió en octubre de 2019 en CNews que el mariscal Petain salvó, en realidad, a los judíos franceses.

Además de los problemas con la justicia, la candidatura de Zemmour se ha visto salpicada por numerosas polémicas. El semanario de investigación 'Le Canard enchainé' destapó las lujosas vacaciones de Navidad del aspirante ultra, que pasó la Nochebuena en el Ritz de París y la Nochevieja en un hotel de cinco estrellas —cuyo precio es de 1.000 euros la noche— con su amante y asesora Sarah Knafo en la isla de Saint-Martin, en las Astillas. Un goce poco coherente con la imagen de dirigente populista y contra el establishment de la que presume Zemmour. La semana pasada también hizo correr ríos de tinta en su contra al criticar “la obsesión de inclusión” de los niños minusválidos en el sistema educativo convencional.

Tras haberse catapultado hasta el 19% en intención de voto en noviembre, los últimos sondeos solo le pronostican entre el 11% y el 12%. La burbuja Zemmour está pinchando por sus propios errores.