Hasta ahora la mayoría de personas juzgadas por el asalto al Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero habían recibido sentencias leves que en la mayoría de las instancias no implicaban tiempo en la cárcel, pero sus casos no incluían cargos por acciones físicamente violentas. Este miércoles, cuando se ha dictado la primera sentencia contra uno de esos asaltantes que sí cometió un acto violento, el castigo ha sido mucho más duro. Scott Fairlamb, que participó en el asalto y fue grabado en vídeo golpeando a un policía, ha sido condenado a 41 meses de cárcel, a los que seguirán 36 meses más de libertad supervisada.

Fairlamb aceptó declararse culpable en agosto de agredir al agente y de obstruir un procedimiento oficial, la certificación de los votos de las elecciones presidenciales que se realizaba en ese momento en el Congreso. Evitó así un juicio que podría haberle llevado a una condena aún más dura.

“No creo que ningún jurado pudiera haberle absuelto”, le ha recordado al dictar su sentencia el juez Royce Lambert, que ha advertido a otros acusados en situación similar de que si optan por ir a juicio acabarán con sentencias de “mucho más tiempo” en prisión.

Fairlamb es dueño de un gimnasio en Nueva Jersey y un especialista en artes marciales. El 6 de enero entró al Capitolio armado con una porra que había cogido a un policía y fue grabado gritando “¿Qué hacen los patriotas? ¡Los desarmamos y entonces asaltamos el puto Capitolio!”. Una vez que salió del edificio fue también grabado empujando y dando un puñetazo en la cara a un agente de la Policía Metropolitana, que según los fiscales no sufrió lesiones físicas. Cuatro días después colgó en Instagram un mensaje contra la congresista demócrata de Missouri Cori Bush que incluía también capturas de pantalla de amenazas racistas y sexistas contra la representante progresista de Misuri.

“Lamento verdaderamente mis acciones ese día. Solo tengo remordimiento”, ha dicho Fairlamb en el tribunal antes de expresar su esperanza de que el magistrado “mostrara algo de compasión” con él. El juez dictó una sentencia solo tres meses más corta de lo que solicitaba la fiscalía.

El mismo juez también dictará sentencia el próximo día 17 contra Jacob Chansley, el conocido como “Chamán de QAnon”, que entró en el Capitolio ataviado con un casco con cuernos. Chansley también se declaró culpable en septiembre y la fiscalía pide en su caso cuatro años y tres meses de cárcel.