Los socialdemócratas del SPD, Los Verdes y los liberales del FDP ya tienen una base para intentar formar gobierno en Alemania. Los tres partidos, que llevaban semanas manteniendo conversaciones exploratorias para una coalición semáforo – por los colores de los tres partidos –, han presentado este viernes un documento de doce páginas en el que establecen las líneas maestras de la que podría ser el primer ejecutivo federal de este tipo en la historia de Alemania.

Las direcciones de los tres partidos se muestran optimistas de que las negociaciones formales serán capaces de superar las evidentes diferencias que existen entre las tres formaciones. Mientras que el SPD y Los Verdes tienen un perfil más intervencionista, el FDP cree en el mercado como principal herramienta para llevar a cabo la modernización que el país lleva años necesitando.

“Aquí es posible un resurgimiento llevado a cabo por estos tres partidos”, ha dicho Olaf Scholz, candidato a canciller socialdemócrata, en una conferencia de prensa conjunta. El copresidente verde Robert Habeck, ha reconocido las diferencias, pero se muestra confiado en que podrán superarlas. “Estamos convencidos de que hace mucho tiempo que no había una oportunidad igual para modernizar la sociedad, la economía y el estado”, ha añadido Christian Lindner, presidente del FDP.

Gobierno “socio-eco-liberal”

El documento presentado por los tres partidos, que subraya la palabra “renovación”, establece los objetivos fundamentales de la posible coalición a tres bandas: digitalización de la economía y la administración pública, alcanzar los objetivos climáticos establecidos por el Acuerdo de París, aumentar el salario mínimo hasta los 12 euros por hora, impulsar las energías renovables y la electromovilidad, el rechazo del límite de velocidad en las autopistas, apuesta por la flexiseguridad laboral, por la competitividad y la llamada “economía ecosocial de mercado”. El documento resume básicamente los objetivos de un gobierno social-liberal con el componente añadido del combate a la crisis climática aportado por Los Verdes.

Los tres partidos ven margen para un aumento de las inversiones estatales pero dentro del respeto al “limite de gasto” anclado en la Constitución alemana y que fue desactivado excepcionalmente con la aprobación de un paquete billonario de gasto público para hacer frente a los efectos de la pandemia. De salir adelante la coalición Semáforo el nuevo gobierno pretende aumentar hasta el 3,5% del PIB la inversión en I+D e impulsar la construcción de 100.000 viviendas anualmente con fondos públicos – de un total del 400.000 –, entre otras medidas presupuestarias.

Críticas conservadoras

La dirección del SPD ha dado este mismo viernes por unanimidad la luz verde para el inicio de las negociaciones oficiales. Está previsto que Los Verdes y los FDP hagan lo mismo el domingo y el próximo lunes respectivamente. A pesar de las diferencias programáticas, parece evidente que todos pondrán de su parte para no dejar pasar esta oportunidad que consideran histórica para cogobernar Alemania.

La unión conservadora de la CDU-CSU, por su parte, no ha tardado en criticar el documento: “La coalición semáforo es claramente roja: apuesta por un aumento de impuestos para millones de ciudadanos”, ha reaccionado Alexander Dobrint, jefe del grupo parlamentario de socialcristianos bávaros. El secretario general democristiano, Paul Zemiak, ha asegurado que el preacuerdo lanza “más preguntas” que respuestas.

Los conservadores, todavía liderados por un débil Armin Laschet, aseguran querer seguir formando una coalición Jamaica con Verdes y FDP en caso de que la coalición semáforo’ fracase. Una encuesta realizada por el canal público alemán ZDF apunta que un 62 %de los alemanes apuesta por esta última fórmula de gobierno con Scholz como canciller federal.