El Reino Unido estima que la cantidad que debe a la Unión Europea tras su salida del bloque el pasado 31 de diciembre es de 37.300 millones de libras (unos 43.750 millones de euros, al cambio actual), por debajo de la cifra que maneja Bruselas.

El secretario jefe del Tesoro del Gobierno británico, Steve Barclay, indicó en un informe a la Cámara de los Comunes que esa cantidad es su estimación más actual, frente a los 47.500 millones de euros que la UE espera recibir de Londres, según datos difundidos el pasado viernes.

Cuando Bruselas informó de su cálculo, el Ejecutivo conservador del primer ministro, Boris Johnson, ya dijo que "no lo reconocía", y argumentó que la cifra comunitaria "no refleja todo el dinero que se le debe al Reino Unido", lo que, sostiene, reduciría la factura final. El portavoz de la Comisión Europea, Balazs Ujvari, mantuvo el 9 de julio que la estimación de Bruselas se realizó "de acuerdo con las disposiciones del Acuerdo de Retirada".

Esta discrepancia en las cifras del "divorcio" podría llevar a nuevas confrontaciones entre el Reino Unido y la UE, que ya tratan de acercar posiciones sobre la aplicación del protocolo para Irlanda del Norte incluido en el tratado de salida. Ese protocolo mantiene a la provincia británica en el mercado único europeo para bienes a fin de evitar una frontera física con la vecina República de Irlanda -miembro de la UE-, pero impone a cambio controles fronterizos entre Irlanda del Norte y el resto del Reino Unido, lo que ha creado fricciones económicas y tensiones políticas en la zona.