Las bombas no dejan de caer sobre Gaza. Y no hay horizonte en que cesen. El Ejército israelí ha anunciado la "preparación de operaicones terrestres" tras concentrar más tropas en la frontera con la Franja. Al menos 83 personas, 17 de ellos, menores, han muerto por los ataques de Israel desde el cielo. Otras 487 han sido heridas. Los militares celebran la destrucción de edificios claves de Hamás, entre los que se encuentra un banco y una infraestructura de inteligencia. Mientras, la población gazatí lamenta la completa desaparición de lugares claves para sus vidas, entre los que se cuentan casas, mercados o coches. Desde Washington, Estados Unidos defiende el derecho a defenderse del Estado hebreo

Cualquier periodista que ha informado desde la Franja conoce la torre Al Shorouk. Este edificio de 14 plantas solía convertirse en plató o sala de montaje o redacción para las coberturas desde el enclave. Este miércoles, Israel lo demolió. “Bombardear torres de apartamentos, que no son un objetivo militar y dejar decenas de familias sin hogar, es un crimen de guerra”, ha denunciado la organización israelí B’Tselem.

Así, Israel castiga por tierra, mar y aire a Gaza. Las tropas terrestres del Ejército ya esperan en la frontera de Gaza, una medida que recuerda a incursiones similares de Israel durante la guerra del 2014 y la del 2008-2009. “Estamos en varias etapas de preparación de operaciones terrestres”, ha declarado el teniente coronel Jonathan Conricus. Ante el sinfín de cohetes dirigidos a ciudades israelís, muchas aerolíneas han decidido cancelar sus vuelos a Israel. 

El gobierno ha optado por desviar la llegada de aviones al aeropuerto de Eilat, en el sur del país, a orillas del Mar Rojo. Las sirenas no han parado de sonar durante toda la noche en las localidades fronterizas con Gaza. Siete personas han muerto en Israel por el impacto de proyectiles que el sistema Cúpula de Hierro ha sido incapaz de detener. Mientras, en paralelo a la guerra en los cielos, se vive un conflicto civil en las principales ciudades árabes de Israel con linchamiento entre judíos y palestinos. También en Cisjordania aumenta la violencia. 

Evacuación de españoles

Poco ha tardado la administración Biden en apoyar al primer ministro, Binyamin Netanyahu, en esta nueva ofensiva con una llamada telefónica. El secretario de Estado de Estados UnidosAnthony Blinken, ha insistido en el derecho del Estado hebreo a defenderse sin clarificar si los palestinos también gozan de este derecho. Precisamente es Washington quién lleva dos días bloqueando una declaración conjunta que condene también la violencia de Israel por parte del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas

A su vez, España ya ha activado los planes para la posible evacuación de su ciudadanía en la Franja de Gaza, como ya hizo en las anteriores invasiones. Hay 98 personas registradas. La celebración del fin del Ramadán, el Eid al-Fitr, ha pasado desapercibida en la Franja. Debería haber empezado este miércoles por la tarde. Tanto Catar como Egipto esperaban lograr un alto el fuego con motivo de esta festividad musulmana pero sus esfuerzos han fracasado. Pocas esperanzas restan en el enviado especial de Estados Unidos que está de camino a Israel. 

Con esta ofensiva, el Estado hebreo busca acabar con el responsable del brazo militar de Hamás, Mohamed Deif. Pero acaba siendo la población gazatí quién paga hasta con sus propias vidas la campaña israelí de asesinatos selectivos contra miembros de la milicia palestina. Desde la Franja, llegan imágenes de una violencia que no cesa, una violencia jamás vista en los últimos años. Por ahora, los pasos de entrada al enclave siguen cerrados así que la prensa internacional no puede acceder para documentar lo que está ocurriendo. El cerco se estrecha y la Gaza que emergerá tras esta ofensiva será otra.