El Partido Comunista de Cuba ha confirmado este viernes que Raúl Castro dejará de ser su secretario general, después de diez años al frente de la formación, en el marco de la celebración del VII Congreso celebrado en La Habana.

"En lo que a mi se refiere, concluye mi tarea como primer secretario del Partido Comunista con la satisfacción de haber cumplido y la confianza en el futuro de la patria, con la meditada convicción de no aceptar propuestas para mantenerme en los órganos superiores de la formación", ha anunciado Castro.

Durante la presentación de su informe, Castro ha destacado los avances logrados en los últimos cinco años, pero ha reconocido también la necesidad de "imprimir mayor dinamismo" en la resolución de los problemas a los que se enfrenta la isla.

Ha mostrado su "satisfacción" sabiendo que deja la dirección del país "a un grupo de dirigentes preparados, curtidos por décadas de experiencia" y "comprometidos con la ética de la Revolución", entre los que se encuentra el que se prevé será su sustituto, el actual presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel.

"Creo fervientemente en la fuerza y el valor del ejemplo y la comprensión de mis compatriotas, y mientras viva estaré listo con el pie en el estribo para defender a la patria, la Revolución y el socialismo", ha recalcado Castro durante el acto que ha sido televisado por la televisión cubana.

Castro, quien estuvo al frente del país entre 2008 y 2018, asumió la Secretaría General del partido en abril de 2011, sucediendo a su hermano Fidel, líder de la Revolución, quien falleció en noviembre de 2016.Según se lee en la página web del partido, Castro ha mostrado su "satisfacción" sabiendo que deja la dirección del país "a un grupo de dirigentes preparados, curtidos por décadas de experiencia" y "comprometidos con la ética de la Revolución".

Además, en su discurso, Castro el incremento de la hostilidad de Estados Unidos en los últimos años e insistió en la voluntad de su país de fomentar un diálogo respetuoso "sin concesiones inherentes a su soberanía e independencia".

Castro, que durante su último mandato como presidente (2013-2018) impulsó el proceso de deshielo con el país vecino, deploró durante su intervención en la apertura del VIII Congreso del PCC (único) el endurecimiento de las sanciones de Washington, incluso durante la pandemia del coronavirus.

Está previsto que al finalizar este Congreso, y tras su retirada definitiva de la política, Castro ceda el liderazgo de la formación al actual presidente del país, Miguel Díaz-Canel.

Según el primer secretario del PCC, citado por la agencia estatal Prensa Latina -el Congreso se celebra a puerta cerrada y sin acceso para la prensa extranjera-, las más de doscientas medidas contra Cuba impuestas durante el mandato del anterior presidente de EEUU, Donald Trump, manifiestan la "despiadada naturaleza del imperialismo".

El mandatario republicano suprimió los canales legales de envío de remesas, endureció los requisitos para viajar a la isla, vetó los cruceros, prohibió los vuelos a todos los aeropuertos cubanos excepto el de La Habana y reincluyó a la isla caribeña en la lista estadounidense de países patrocinadores del terrorismo.

Castro sostuvo que la política estadounidense perjudica las relaciones económicas de Cuba con prácticamente todas las naciones del planeta, habló de una "verdadera cacería" y criticó que Washington persigue "sabotear el sistema empresarial, quebrar la gestión del Estado y promover el caos, estrangular el país y provocar un estallido social".

En Cuba, que atraviesa una aguda crisis económica, se esperaba que la llegada del demócrata Joe Biden a la Casa Blanca en enero pasado suavizara las tensiones bilaterales vividas con Trump y propiciara un nuevo acercamiento.

Por contra, la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, al ser preguntada por el cónclave de los comunistas cubanos reiteró que cambiar la política hacia La Habana no es una prioridad para la política exterior de Biden.