El Gobierno de Arabia Saudí ha afirmado que un acuerdo para normalizar sus relaciones con Israel sería "tremendamente beneficioso" para la región, si bien ha recalcado que depende de los progresos en el proceso de paz entre palestinos e israelíes.

"La normalización del estatus de Israel en la región traería tremendos beneficios a la región en su conjunto", ha argumentado el ministro de Exteriores saudí, Faisal bin Farhan, en una entrevista concedida a la cadena de televisión estadounidense CNN.

Así, ha recalcado que "sería de gran ayuda desde una perspectiva económica, social y de seguridad", antes de incidir que ello depende de un acuerdo de paz entre israelíes y palestinos fundamentado en la solución de dos estados con las fronteras de 1967.

En este sentido, ha reconocido "no saber" si un acuerdo de este tipo "es inminente", dado que "depende de los progresos en el proceso de paz". "Hay un acuerdo de normalización sobre la mesa. Lleva ahí desde 2002 y se llama Iniciativa Árabe de Paz", ha recordado, tal y como ha recogido el diario saudí 'Arab News'.

Por ello, ha reiterado que "la normalización en la región sólo puede tener éxito si se aborda el problema de los palestinos y se es capaz de crear un Estado palestino en las fronteras de 1967 que dé a los palestinos dignidad y derechos".

"Si logramos un camino hacia eso, veremos una región mucho más segura y próspera en la que todo el mundo podrá contribuir a su éxito, incluido Israel", ha zanjado Bin Farhan. Durante los últimos meses se ha especulado con la posibilidad de que Riad alcance un acuerdo para normalizar sus relaciones con Israel.

Los gobiernos de Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Bahréin firmaron en septiembre sendos acuerdos con Israel para normalizar sus relaciones con Israel durante un acto en la Casa Blanca, tras un proceso de negociaciones mediado por el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

Estos acuerdos fueron rechazados por parte de la Autoridad Palestina, que habló de un "golpe al consenso árabe", si bien tanto Trump como miembros del Gobierno israelí aseguraron posteriormente que otros países de la región estaban sopesando hacer lo mismo, algo que sucedió posteriormente con Sudán y Marruecos.