La base aérea de la coalición internacional contra el Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) situada en Ain al Asad, en el oeste de Irak, fue atacada ayer con 10 cohetes, anunció el portavoz de la coalición, Wayne Marotto. En la base se encontraban soldados estadounidenses, españoles e iraquíes, que resultaron ilesos. La única víctima mortal fue un contratista civil de EE UU que falleció de un infarto mientras buscaba refugio, según informó el Pentágono.

Aunque nadie ha reclamado aún la autoría del ataque, todo apunta a que han sido las milicias chiíes de las Fuerzas de Movilización Popular (FMP), apoyadas por Irán y que, en los últimos años, mientras luchaban contra los yihadistas del ISIS, han ganado mucho poder y territorio en el país árabe. Son la punta de lanza de la influencia iraní tanto en Irak como en Siria.

Alrededor de 150 militares españoles contribuyen a la coalición internacional con el objetivo de adiestrar y capacitar a las fuerzas de seguridad iraquíes en su lucha contra el Daesh. En la base aérea de Al Asad se ubican un total de 70 miembros de las Fuerzas Armadas españolas pertenecientes a la Task Force Toro (Unidad de Helicópteros), cuya misión principal es proporcionar transporte aéreo a la coalición.