El presidente de la Cámara de los Diputados de Italia, Roberto Fico, comienza este sábado las conversaciones para intentar reconciliar a los partidos que formaban el Gobierno antes de que el ex primer ministro Matteo Renzi retirara a su grupo, , lí, de la coalición y abriera una crisis en el país.

El primer ministro, Giuseppe Conte, dimitió el martes al constatar que carecía de apoyos parlamentarios y el presidente de la República, Sergio Mattarella, inició consultas y el viernes encargó a Fico que busque una solución, después de haber constatado un acercamiento entre las dos partes enfrentadas, el Movimiento Cinco Estrellas (M5S) y Renzi.

Fico tratará ahora de mediar entre los antisistema M5S, los progresistas Partido Demócrata (PD) y Libres e Iguales (LeU), y los centristas de Italia Viva, que eran los que formaban la mayoría de Gobierno antes de la crisis.

La intención es acabar con las tensiones y volver a reconstruir el Ejecutivo para que Italia tenga estabilidad política en medio de una situación delicada, cuando el país trata de gestionar la pandemia del coronavirusy debe tomar decisiones como por ejemplo en qué y de qué forma gestionar las ayudas europeas que recibirá del fondo de recuperación de la Unión Europea.

Fico, exponente del M5S, tiene tres días para que estos cuatro partidos se reconcilien y se comprometan a seguir juntos dirigiendo el país, y el próximo martes referirá el resultado de sus esfuerzos ante el presidente de la República, Sergio Mattarella.

En este punto se abren varios escenarios, los dos primeros son que Fico consiga un acuerdo entre los socios y Mattarella nombre a un primer ministro, que podría ser el actual, Conte, u otro si los partidos de coalición así lo deciden.

Si no hay acuerdo de esta mayoría, el jefe del Estado podría intentar la opción de un gobierno institucional o de uno de unidad nacional, y en último lugar quedaría la hipótesis de convocar elecciones generales.

El presidente de la Cámara de los Diputados ya recibió el encargo por parte de Mattarella en 2018 de explorar posibles alianzas para un gabinete encabezado por el M5S, que había sido la fuerza más votada con un 32 % de los sufragios.

Tras meses de negociaciones, el M5S y la ultraderechista Liga, de Matteo Salvini, acordaron una alianza, que este último rompió en agosto de 2019.