La Comisión de Mujer y Equidad de Género de la Cámara de Diputados de Chile ha comenzado este miércoles el debate para aprobar una ley que despenalice el aborto hasta la semana 14 de gestación, mientras las protestas tomaban las calles de algunas ciudades chilenas para mostrar su apoyo a esta iniciativa.

Este proyecto de ley es una iniciativa impulsada por un grupo de legisladoras de la oposición y recibirá propuestas para su modificación o ampliación hasta el martes de la semana que viene.

Algo más de dos semanas después de que el Congreso de Argentina aprobara la interrupción voluntaria del embarazo, su vecino Chile, que ahora contempla el aborto bajo tres causales --peligro de vida para la madre, inviabilidad del feto y violación--, inicia un proceso que se anticipa espinoso.

En este sentido, la diputada Maite Orsini, presidenta de la comisión, ha asegurado que "sin duda la marea verde de Argentina despertó una conmoción en Latinoamérica y el mundo, y eso motivó a las organizaciones feministas y en particular a las que habían participado activamente por la creación de este proyecto, como lo son la Corporación Humana y la Mesa por el Aborto al solicitarme como presidenta de la Comisión, que presentara este proyecto que llevaba dos años".

"Los abortos existen y seguirán existiendo. En nuestras manos está dejar de perseguir a adolescentes y mujeres que no tienen recursos para hacerlo en clínicas disfrazado de apendicitis", ha recordado Orsini, tal y como recoge 'La Tercera'.

En el debate, sin embargo, varias diputadas oficialistas y de partidos de derecha, como Unión Democrática, se han mostrado contrarias a este proyecto.

El texto contempla, concretamente, la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo, ya que como ha recordado Orsini en una entrevista con el Canal 24 Horas, no pueden proponer su legalización.

Esto se debe a que, según la Constitución de 1980 --aprobada por el dictador Augusto Pinochet--, los parlamentarios no pueden presentar proyectos de ley que incurran en gasto fiscal, como sería el aborto legal, una prerrogativa que es exclusiva del presidente chileno.

Por eso proponen que, "si bien no se va a entregar esta prestación de salud en los hospitales (públicos), aquella mujer que decida hacerlo en su casa o una clínica privada, no vaya a la cárcel".

Apoyo en las calles

Con el anuncio del inicio de la andadura parlamentaria de este proyecto de ley, centenares de mujeres se han echado a las calles de Santiago y de Valparaíso para mostrar su apoyo a la despenalización del aborto.

Organizaciones feministas se han concentrado frente a la sede de Gobierno, el palacio de La Moneda, exigiendo su aprobación con los pañuelos verdes que las mujeres argentinas convirtieron en símbolo del aborto libre en la región.

No solo un grupo a favor del proyecto ha acudido ha mostrar su posición, sino que una docena de manifestantes en contra de la despenalización del aborto ha acudido también hasta La Moneda, provocando momento de tensión entre ambos.

Mientras que en Valparaíso, la sede del Congreso Nacional también ha sido punto de encuentro de concentraciones de apoyo.

Según una encuesta de Plaza Pública Cadem, un 56% de los chilenos está de acuerdo con el aborto legal, pero solo en algunas circunstancias, mientras solo un 27% apoya la interrupción del embarazo "bajo cualquier motivo".