Miles de franceses se concentraron ayer por todo el país al grito "Je suis prof" para rechazar el terrorismo islámico tras la decapitación de un profesor de secundaria, que mostró caricaturas de Mahoma en una clase sobre libertad de expresión. Casi seis años después del "Je suis Charlie" con el que todo el país condenó el terrorismo islámico y defendió la libertad de expresión, Francia repitió ayer el grito de solidaridad con las víctimas y de reivindicación de los valores democráticos.

Las concentraciones fueron convocadas por organizaciones antirracistas y pacifistas para rendir homenaje a Samuel Paty, el profesor de Geografía e Historia de 47 años decapitado el viernes en Conflans-Sainte-Honorine, en la periferia de París, por un refugiado checheno de 18 años, que murió por disparos de la policía poco después de acabar con la vida de Paty.

Un fuerte aplauso abrió a las tres de la tarde el acto en la plaza de la República de París, escenario del rechazo el atentado de 2015 contra el semanario satírico, pero también de muchas manifestaciones de protestas de todo tipo. "Je suis prof" escrito en cartones era el eslogan casi unánime de los asistentes, entre los que abundaban maestros y profesores para reivindicar la importancia de su profesión y defender la figura de la víctima y la necesidad del trabajo docente en la formación de los jóvenes en los valores democráticos.

"Vengo a rendir homenaje a un compañero", afirmó uno de los profesores asistentes. "Seguiré enseñando mi programa. No tengo miedo", declaró otra docente. Muchas personas enarbolaban las caricaturas de Mahoma que publicó "Charlie Hebdo". Cubiertos con la mascarilla, condición imprescindible para que el acto fuera autorizado, los miles de asistentes a la concentración de París, guardaron un minuto de silencio y cantaron La Marsellesa. Líderes políticos de todas las tendencias, entre los que destacaba el primer ministro, Jean Castex, participaron a título privado en la concentración de París, a la que también asistieron musulmanes que denunciaban lo que uno de ellos definió como "barbarie islamista". Las concentraciones se celebraron también en ciudades como Marsella, Lyon o Lille.

Francia prepara nuevas medidas antiterroristas. El ministro del Interior, Gérald Darmanin, anunció que los prefectos tienen ya instrucciones para expulsar a 231 extranjeros que residen ilegalmente en el país y están fichados por su radicalización islamista. De ellos, 180 están actualmente encarcelados.

El número de detenidos por el asesinato del profesor aumentó ayer a once, tras el arresto de un amigo del autor.