El expresidente de Francia Nicolas Sarkozy fue imputado ayer por asociación de malhechores, en la causa que se sigue contra él por las presuntas irregularidades en la financiación de su campaña de 2007 y, en particular, por haberse servido supuestamente de dinero procedente de Libia para llegar al Elíseo. El exmandatario francés fue imputado en marzo de 2018 por corrupción, beneficiarse del desvío de fondos públicos libios y financiación ilegal de su campaña. La Fiscalía incorpora ahora el delito de asociación de malhechores, un cargo que hasta ahora nunca se había utilizado contra un antiguo jefe de Estado.

Sarkozy ya está bajo control judicial por unos hechos que se remontan a finales de 2006 y principios de 2007, cuando supuestamente se benefició de dinero en efectivo entregado por representantes del Gobierno de Libia, entonces liderado por Muamar Gadafi, quien se jactaba de su alianza con Sarkozy.