"Donde hay conflictos hay hambre y donde hay hambre a menudo hay conflicto. Por eso, hambre cero y paz van de la mano". Son palabras del director del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de Naciones Unidas, David Beasley, tras saber que la organización había sido galardonada con el Nobel de la Paz.

La sorpresa saltó ayer en Oslo cuando el Comité Noruego del Nobel otorgó el prestigioso galardón de 2020 a la lucha de la ONU contra el hambre. Sorpresa porque no se encontraba en la lista de favoritos, integrada por la joven activista climática Greta Thunberg, el opositor ruso Aleksei Navalni y el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom.

El PMA, con sede en Roma, es la organización humanitaria más grande del mundo especializada en la lucha contra el hambre y la promoción de la seguridad alimentaria. "Ha sido recompensada por sus esfuerzos en la lucha contra el hambre, su contribución a la mejora de las condiciones de paz en países afectados por conflictos y por haber sido motor en los esfuerzos para eliminar el hambre como arma de guerra", dijo la presidenta del Comité, Berit Reiss-Andersen. Con esta concesión, agregó, "el Comité desea volver los ojos del mundo hacia los millones de personas que padecen o enfrentan la amenaza del hambre".

Era difícil, en el año del covid, que el comité noruego no hiciera mención de la pandemia global más importante del siglo. El coronavirus también fue protagonista porque, como señaló el Comité, "ha contribuido a un fuerte repunte del número de víctimas del hambre".

A través de Twitter, el PMA agradeció el galardón, que "es un poderoso recordatorio para el mundo de que la paz y el hambre cero van de la mano". "Es un reconocimiento al trabajo del personal que arriesga sus vidas todos los días para llevar alimentos y asistencia a más de 100 millones de niños, mujeres y hombres que padecen hambre en todo el mundo".

"El PMA ha demostrado una capacidad impresionante para intensificar sus esfuerzos tras la situación creada por la pandemia", destacó el Comité, para añadir que "se dedica diariamente "a promover la fraternidad de naciones a la que hace referencia el testamento de Alfred Nobel. Como la agencia especializada más grande de la ONU, es una versión moderna de los congresos por la paz que el premio Nobel de la Paz pretende ahora promover".

Al borde de la hambruna

El secretario general de la ONU, António Guterres, afirmó en una nota que, "en un mundo de abundancia, es inconcebible que cientos de millones de personas se vayan a la cama con hambre todas las noches". Varios millones más "están ahora al borde de la hambruna debido a la pandemia", añadió.

En este contexto, los trabajadores del PMA esquivan el "peligro" y la "distancia" para ayudar a quienes "no tienen segura su próxima comida". La agencia, según Guterres, "opera por encima del terreno de la política, dejándose guiar por las necesidades humanitarias".

El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi, confió en que el galardón -"más que merecido"-, sirva para evidenciar "el problema de la seguridad alimentaria para los más vulnerables", mientras que el director de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Qu Dongyu, aplaudió que se reconozca "la importancia de la seguridad alimentaria" .