Alemania cumple 30 años de una reunificación aún inacabada y con grietas sociales y económicas

agencias

Berlín

La celebración de los 30 años de la reunificación de Alemania es en esta ocasión diferente: los actos de conmemoración de una de las fechas más importantes de la historia reciente del país se ven ensombrecidos por una pandemia de dimensiones inéditas desde que el 3 de octubre de 1990 el territorio de la desaparecida República Democrática Alemana (RDA) se adhiriese voluntaria y pacíficamente a la República Federal de Alemania (RFA)

Este aniversario es, además, el último con Angela Merkel en el poder: la política germanooriental ha estado al frente de Alemania la mitad del tiempo transcurrido desde la reunificación de los dos estados fundados sobre la ruinas de la segunda guerra mundial. Cuando el se cumpla el 31.° aniversario, Merkel -protagonista del proceso- ya habrá abandonado la primera línea política. Los 30 años de la reunificación tienen así algo de fin de ciclo histórico y parecen dar paso una redefinición obligada de la identidad nacional alemana.

¿Es Alemania realmente un solo país? ¿Cuáles siguen siendo las diferencias entre la Alemania oriental y la occidental tres décadas después? ¿Ha sido la reunificación un éxito o un fracaso? Esas son solo algunas de las preguntas que se hacen los alemanes cada 3 de octubre de ese proceso inacabado. Las respuestas casi nunca son simples y a veces incluso ni existen.

Las estadísticas demuestran que el país continúa estando lejos de ser uno solo: los salarios, las jubilaciones y el patrimonio privado son mayores en el oeste que en el este; el desempleo sigue siendo más alto en el este que en el oeste y la crisis demográfica que sufre el conjunto de Alemania es más dramática en los territorios orientales.

Con todo, el hundimiento económico y social sufrido por la Alemania oriental en la década de los 90 ha dado paso a una mejora generalizada de la situación económica del país germano, de las infraestructuras y del nivel de vida y de consumo. La dimensión económica se presenta como un relativo éxito.

Hay otros indicadores que muestran serias grietas en el proceso de reunificación: a la pregunta de si el socialismo es una buena idea que fue mal desarrollada, más de un 74 por ciento de los ciudadanos del territorio de la antigua RDA responde hoy que "sí" frente a un 47,5% de los ciudadanos de la Alemania occidenta.

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