El candidato presidencial demócrata Joe Biden publicó ayer su declaración al fisco del año pasado y reveló que pagó 300.000 dólares en impuestos federales, una cifra que contrasta con los 750 que pagó el presidente de EE UU, Donald Trump, en 2016, cuando ganó las elecciones, y en 2017. Biden publicó los documentos fiscales horas antes del primer debate televisado con Trump, que se celebró la pasada madrugada (hora española).

El movimiento de Biden llega después del escándalo suscitado el lunes por una información de "The New York Times" en la que se revela que Trump no pagó impuesto alguno durante al menos diez ejercicios fiscales, alegando deudas multimillonarias y desgravando gastos personales de dudosa legalidad, como 70.000 dólares anuales en peluquería.

Los documentos muestran que Biden y su esposa, Jill, informaron haber tenido unos ingresos brutos ajustados de 985.233 dólares y, como resultado, pagaron 300.000 dólares en impuestos federales en 2019, un año en el que el exvicepresidente se concentró en su campaña electoral para la Casa Blanca.

Tras difundirse la información del rotativo neoyorquino, Trump aseguró el lunes haber pagado millones de dólares al fisco y sostuvo que apenas está endeudado, sin ofrecer pruebas. Según el diario, si la auditoría que está llevando a cabo Hacienda encuentra los mismos datos, Trump podría tener que satisfacer una multa de cien millones de dólares. Por otra parte, tendrá que hacer frente en los próximos cuatro años al vencimiento de créditos personales por importe de 300 millones.

Trump respondió en un tuit que "los medios de comunicación falsos, como en la época de las elecciones de 2016, están sacando a relucir mis impuestos y todo tipo de tonterías con información obtenida ilegalmente y solo con malas intenciones. Pagué muchos millones de dólares en impuestos pero tenía derecho, como todo el mundo, a incluir mis pérdidas y a las exenciones", subrayó.

La ciudad de Nueva York investigará, por su parte, si Trump pagó sus impuestos municipales. "Creo que podemos estar seguros, basándonos en la información de 'The New York Times', que él (Trump) no ha pagado sus impuestos municipales de la manera que debería", aseguró el lunes por la noche en una televisión local el alcalde neoyorquino, Bill de Blasio.

Durante el período analizado por "The New York Times", que revisó un gran número de documentos y declaraciones de impuestos del presidente desde el año 2000, Trump era residente en Nueva York, pero el año pasado cambió su residencia a Florida.

La polémica de los impuestos ha sido la última en unirse a la gran cadena que ha precedido al debate de la pasada madrugada: pandemia, crisis económica, voto por correo, protestas contra la brutalidad policial racista y voluntad de Trump de nombrar a un nuevo juez del Supremo en sustitución de la fallecida Ruth Bader Ginsburg pese a faltar a escasas semanas para los comicios.

En las últimas horas antes del debate, la campaña de Trump cuestionó sus normas. En concreto, criticó que Biden haya pedido supuestamente "múltiples descansos" y afirmó que el exvicepresidente se ha negado a que le inspeccionen los oídos para ver si tiene algún aparato electrónico por el que supuestamente recibiría instrucciones. La campaña de Trump ha insistido en diversas ocasiones en que Biden, de 77 años, no tiene buena salud y recurre a estimulantes para poder mantenerse activo.

Manifiestamente irritada, su directora de comunicaciones negó que Biden lleve ningún aparato electrónico y afirmó que no ha pedido ningún descanso. "Esto es patético", dijo, y añadió: "No esperamos menos de la campaña de Trump. En vez de dedicarse a cosas importantes, hace estas, patéticas, para distraer".