Las tensiones territoriales y energéticas entre Grecia y Turquía siguieron ayer en un tono elevado y mientras Atenas urgió a la UE a aplicar sanciones al país vecino y mantuvo maniobras marítimas en el Mediterráneo oriental, Ankara anunció que su buque sísmico continuará explorando en busca de gas y petróleo.

Las tensiones en el Mediterráneo Oriental fue uno de los temas clave en el encuentro que los ministros de Exteriores de la Unión Europea mantuvieron ayer en Berlín.

El titular de esta cartera en Alemania, Heiko Maas, que ha ejercido de mediador y viajado a Atenas y Ankara, dijo que los 27 están "muy preocupados" por los desencuentros y "provocaciones" en la región. Abogó por hallar una "solución diplomática".

Bielorrusia

Además, los ministros debatieron la necesidad de redoblar la presión sobre Bielorrusia con más sanciones, para que Minsk desista de reprimir con violencia a opositores y manifestantes pacíficos.

Maas Indicó que la Unión Europea está "comprobando en los últimos días" que el presidente del país, Aleksándr Lukashenko, ha incrementado la represión a pesar de las sanciones europeas.