El Tribunal Supremo de Estados Unidos ordenó ayer al presidente del país, Donald Trump, entregar sus registros financieros a los fiscales del estado de Nueva York y rechazó de forma unánime que el mandatario goce de "total inmunidad".

Si bien los jueces, que mostraron divididos en varios puntos, respaldaron así la citación de un tribunal de apelación de Manhattan, se mostraron en contra de entregar estos documentos a la Cámara de Representantes, controlada por los demócratas.

A pesar de la victoria de Trump respecto a la solicitud de los documentos por parte del Congreso, la decisión sobre la cuestión del tribunal de Manhattan -que busca acceso a los registros financieros de Trump durante un periodo de ocho años, así como a sus declaraciones de la renta- podría implicar que finalmente los documentos en cuestión se hagan públicos. Esto, sin embargo, podría no tener lugar antes de las elecciones previstas para el próximo mes de noviembre.

Los registros financieros de Trump y sus declaraciones de impuestos han levantado la polémica desde la campaña presidencial de 2016. Se trata del primer presidente en décadas en negarse a hacer públicos sus registros, lo que ha fomentado críticas y acusaciones.

Trump no tardó en rechazar la decisión del Supremo y aseguró que constituye un "trato injusto" que no habría recibido otro presidente. "El Tribunal Supremo devuelve el caso a un tribunal de menor instancia, así que los argumentos continúan. Esto es una persecución política", lamentó a través de Twitter.

Así, destacó que "ganó la caza de brujas de Mueller" (en relación con la investigación sobre la injerencia rusa en las presidenciales que lo llevaron a la Casa Blanca y el posterior impeachment) y señaló que ahora "tiene que seguir luchando en un Nueva York que está políticamente corrupto". "No es justo ni para este presidente ni para su Administración", matizó.

El magnate neoyorquino arremetió así contra la Presidencia de su antecesor, Barack Obama, e indicó que tanto el entonces presidente como su vicepresidente, Joe Biden, "espiaron su campaña". "Nada les sucede a ellos", ha afirmado. "Este delito ya estaba teniendo lugar antes incluso de mis elecciones, todo el mundo lo sabe", ha sostenido.

"No hubo una respuesta por parte del Senado republicano, ni de la Justicia, ni del FBI. Nada. Hubo informes terribles sobre Comey (el exdirector de FBI) y McCabe (exdirector adjunto del FBI), ambos culpables del todo, y nada pasó. Cogieron a Obama y Biden con las manos en la masa, nada", se quejó.

Para el presidente, el Supremo está dando una oportunidad al tribunal de Manhattan "que nunca hubieran dado si se tratase de otro presidente". "Se trata del mayor escándalo político de la Historia de Estados Unidos, pero no pasa nada. Aún así he hecho más que cualquier otro presidente de este país", insistió.

Tras conocer la noticia, Biden recordó que lleva "21 años haciendo públicos sus registros financieros y sus declaraciones de impuestos". Asimismo, compartió en su cuenta de Twitter un vídeo de 2019 en el que insta al presidente a "enseñar sus declaraciones de la renta y callarse de una vez".

La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, aplaudió la medida y aseguró que la resolución del Supremo "no supone una buena noticia para el presidente". "El tribunal ha reafirmado la autoridad del Congreso para revisar los documentos en nombre del pueblo", destacó antes de añadir que la Cámara seguirá "supervisando" esta cuestión para garantizar la "separación de poderes que recoge la Constitución".