España confía en que en julio pueda cerrarse el acuerdo entre los 27 países de la Unión Europea (UE) del plan de recuperación propuesto por la Comisión, denominado Next Generation EU (Próxima Generación UE) y dotado en principio con 750.000 millones de euros (500.000 en subvenciones y 250.000 en créditos). Hoy jueves los presidentes y primeros ministros tendrán una primera toma de contacto en un Consejo Europeo vía telemática, pero dan por seguro que será el mes próximo cuando se decida todo. En principio habrá un nuevo Consejo, ya presencial, el 9 de julio en Bruselas.

Para España es importante que las bases de la propuesta ya hayan sido aceptadas por todos los países y, de momento, solo existan resistencias importantes por parte de los denominados "frugales" (Países Bajos, Dinamarca, Austria y Suecia) que son poco partidarios de transferencias directas a los estados y que pedirán que se utilicen preferentemente créditos. Pero lo que parece seguro es que la propuesta de la Comisión, la primera en la historia de la UE de este potencial y características, ha sido en general bien acogida. Puede que algunos gobiernos, como los de Italia o España, desearan un mayor esfuerzo dada la destrucción del tejido económico causada por la crisis, pero aceptan de buen grado comenzar la discusión con esa fórmula. En cualquier caso al haber ya un acuerdo previo entre Alemania y Francia y contar con el apoyo de los otros dos grandes, Italia y España, la propuesta tiene muchas posibilidades de salir adelante aunque con retoques que empezarán a negociarse hoy.

La posición española está muy cercana a la propuesta de la Comisión -Madrid había presentado una idea similar dotada con 1 billón de euros e igualmente cofinanciada por todos los estados miembros, aunque mediante un plan de deuda perpetua rechazado ya por la Comisión- e intentará en el debate que se mantengan más o menos las cifras. Pero hasta que hoy hablen directamente entre sí los presidentes no podrá calibrarse si será posible alcanzar un acuerdo rápido.

El criterio de los diplomáticos españoles es el de cerrar un pacto en julio para que después de los parlamentos nacionales lo ratifiquen y finalmente se debata en el Parlamento Europeo. Eso normalmente lleva meses por lo que cuanto antes resuelvan los líderes primero comenzará el tortuoso camino de la propuesta. Todos son conscientes de que urge la inversión propuesta para impulsar la economía del mercado interior, devastada por la crisis. "Hay que mandar un mensaje claro y rotundo de que Europa reacciona, protege y proporciona soluciones y cuanto antes mejor porque la situación apremia" dijo ayer una alta fuente diplomática española en Bruselas.

El programa irá dentro del Marco Financiero Plurianual de la UE 2021-27 y supondrá el primer gran paso de la UE en la dirección de compartir deuda. A este plan de recuperación hay que añadir el programa ampliado de compra de deuda soberana del Banco Central Europeo (BCE) y tres propuestas de la UE ya aprobadas y en marcha como los créditos a empresas del Banco Europeo de Inversión (dotado con 200.000 millones), el reaseguro del paro para los ERTE denominado SURE (100.000 millones), y el fondo de rescate para deuda soberana denominado MEDE (240.000 millones). Con todas esas propuestas la UE ha reaccionado de manera totalmente diferente a la crisis de la subprime desatada en 2008. Pero queda el capítulo más importante que este "Próxima Generación UE" que empieza a discutirse hoy.